Como la prensa es una limitante contra los abusos del poder, este gobierno hace lo posible por controlarla, argumentando las mismas catástrofes que auguraban los partidarios de la censura en siglos pasados. La desinformación, en los casos de enfermedad de poder, es una de las técnicas propagandísticas más eficientes en la propagación de información falsa para crear confusión en la opinión pública. Leer más