Diócesis, comunidad servidora, 23 de agosto 2020. Foto: Nilsa Varela, Misa Crismal en El Tigre, 2020.
- Padre Santo, creemos que todo es obra de tu amor; creemos que la creación de este mundo maravilloso es proyecto de Amor y cada criatura lleva un poco de la “chispa divina”; que desde los altos cielos hasta las profundidades submarinas; que desde el Himalaya hasta la Cueva del Guácharo todo te canta un himno, Padre Creador.
- Creemos que en todos los pueblos, culturas y comunidades existen los “semina Verbi”, que tu bondad y sabiduría se reflejó en tantos sabios de la antigüedad: Sócrates, Platón, Aristóteles, etc. Y en tantos hombres y mujeres de buena voluntad que vivieron honestamente siguiendo los dictámenes de su conciencia; de gobernantes honestos y probos, preocupados por el bienestar de sus comunidades.
- Creo Padre Santo que entre todos los pueblos de la tierra escogiste al de Israel para que fuese como una insignia en medio de las naciones; les diste las 10 Palabras de vida como caminos de esperanza; suscitaste en su seno a los profetas, jueces, a fieles seguidores de tu palabra; allí también, lamentablemente, surgieron autoridades civiles y religiosas que, olvidando su vocación de servicio y entrega, se apropiaron de los bienes de los pobres, huérfanos y viudas.
- Creo Señor Jesús que Dios Padre en su proyecto de salvación nos eligió en ti para que fuéramos su Pueblo Santo; “nos predestinó a ser sus hijos adoptivos” (Col. 1,5).
- Creo que llegada la plenitud de los tiempos, el Amor Infinito de Dios Padre te envió a Ti, su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley para rescatar a los que estábamos esclavos del pecado y de la muerte.
- El proyecto salvífico del Padre necesitaba de la colaboración del ser humano, “el que te creó sin ti , no te salvará sin ti”. Así como en el Primer Testamento, Dios suscitó colaboradores para que Moisés pudiese conducir al pueblo por el desierto y pudiesen servir en el culto, de la misma manera los apóstoles tuvieron ayudantes y fueron nombrando en las comunidades responsables que las condujesen por los senderos evangélicos y conservasen el depósito de la fe: la celebración de los misterios de la fe, la doctrina apostólica y la oración en común.
- Es todo un misterio que para escoger a tus ministros no llamas a los perfectos sino que vas perfeccionando a los llamados.
- Nosotros tus llamados, Señor Jesús, somos consciente de nuestras limitaciones, nos reconocemos pecadores necesitados de tu infinita misericordia. A pesar del grave y doloroso antitestimonio de algunos de nuestros hermanos, la fuerza de tu Espíritu ha sembrado en el corazón de los fieles el respeto y cariño hacia tus ministros. Descubren en ellos a los servidores del santo pueblo fiel de Dios. Y eso nos compromete cada vez más contigo, Maestro Bueno y con el pueblo que tú has confiado a nuestro cuidado pastoral.
- Hoy en día la misión del ministro ordenado (diácono, presbítero, obispo) es concebida dentro de la visión eclesiológica de la Iglesia servidora de la humanidad; la iglesia Pueblo de Dios, comunión de vida y de misión.
- Los tiempos fueron madurando; en la sede episcopal de Roma, la sucesión apostólica en las últimas cinco décadas ha visto novedades y hoy la ocupa un obispo nacido en la Patria Grande de América Latina; la comunidad diocesana de Barcelona, dado el crecimiento de la vida cristiana en la zona sur del Estado Anzoátegui, por bondad del Papa Francisco, hace 2 años generó esta nuestra naciente Diócesis de El Tigre (haz clic para ver la reseña de ese entonces), para acercar mucho más el servicio eclesial a los hombres y mujeres de buena voluntad que peregrinan en estas pampas de Guanipa hasta la ribera del Orinoco, para hacer que el Evangelio “aconteciese” con más fuerza, de tal manera que la presencia del Señor Jesús, que ya nos había precedido en esta zona, brillase con mayor fulgor, para convertirse en un faro que iluminase la trayectoria de cada comunidad.
- La predilección amorosa del Señor Jesús nos sorprende y de allí se ha generado un fervor misionero, que no se ha detenido en este tiempo de pandemia, que está marcando la vida de cada movimiento apostólico, de cada parroquia, de profesionales de diversas áreas del saber humano, suscitando pastorales novedosas como la de la Pastoral de Acompañamiento y Escucha (PACES).
- En la Eucaristía de hoy bendeciremos los óleos de catecúmenos y de los enfermos y consagraremos el Santo Crisma; servirán para confeccionar los sacramentos que marcarán el ser y el quehacer de los discípulos misioneros y de las discípulas misioneras del Señor Jesús y los lanzará por los caminos de la aventura de la santidad.
Esta es la vocación a la que cada uno de nosotros estamos llamados: permitir que se despliegue en nuestra vida toda la potencialidad de la acción del Espíritu Santo y nos vaya configurando cada vez más a Cristo sacerdote, profeta y pastor.
¿Modelos? Todo el santoral de nuestra Iglesia Católica. Y más cercano a nosotros, el Venerable Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, laico. Ciudadano ejemplar: científico, profesor universitario, buen ciudadano amante de la nación, abnegado profesional de la medicina que se entregó al servicio de los más necesitados y que en su época, junto a otros galenos, se sacrificó para combatir la pandemia de la gripe española.
Caminemos con alegría sirviendo a todos para que el Señor Jesús sea conocido, amado y servido. 23/08/2020 +José Manuel, Obispo
Lee también:
Sin fieles por el Covid: Fotos de la segunda Misa Crismal de la Diócesis de El Tigre