El exprimer ministro israelí Benjamín Netanyahu mantiene una mayoría holgada para formar gobierno con sus socios de ultraderecha y religiosos, tras haberse escrutado, este miércoles, 86% de votos de las elecciones israelíes del 1 de noviembre.
A medida que avanza el recuento, la victoria y el regreso al poder del exjefe de Gobierno se da por hecho. Mientras, el bloque de partidos anti-Netanyahu se mantiene en silencio y su principal referente, el actual primer ministro Yair Lapid, comienza a asumir que tendrá que ceder el poder a su rival, según distintos medios de comunicación.
La ventaja del bloque pro-Netanyahu es muy amplia, y por ahora se sitúa en una mayoría de 65 escaños, por encima de los 61 de mayoría necesaria para crear Ejecutivo en un Parlamento de 120.
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