Centenares de personas marcharon este sábado en Ciudad de México día en que se cumple el primer año de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (sur), un caso aún sin resolver. El triste aniversario del crimen se hizo sentir desde el viernes en Guerrero, con una manifestación de más de 2.000 indígenas en Chilapa y la toma de dos radiodifusoras en Chilpancingo (capital estatal) por parte de unos 50 estudiantes de Ayotzinapa.
Bajo la voz de protesta “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, «Ayotzinapa vive, la lucha sigue», los padres decepcionados de los estudiantes encabezaron la “Marcha de la Indignación Nacional” que terminó con un mitin en la Plaza del Zócalo donde reiteraron que no permitirán el cierre de la investigación sin agotar todas las posibilidades.
Un grupo de expertos independientes enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) echó por tierra las conclusiones dadas a conocer por la fiscalía general sobre este caso, atizando la ira y desesperación de los padres que desde hace un año encabezan protestas, a veces multitudinarias y violentas.
De su lado, la ONU abogó el viernes por un “replanteamiento general” de la investigación oficial y el esclarecimiento de sus “irregularidades”, que incluyen “informaciones sobre el uso de la tortura para conseguir confesiones y alteración de evidencias”.
TESTIMONIOS
«No olvidemos que los 43 es una oportunidad de estar frente a los micrófonos y no quedarnos como las madrecitas que tienen que llorar solas en sus casas a sus hijos desaparecidos», dijo uno de los progenitores, Mario César González. «Que Peña no se haga pendejo y nos entregue a nuestros hijos. A mi hijo, en donde esté, te voy a encontrar», anunció Carmelita, otra de las madres. «Yo le dije a Peña en su pinche cara que no es posible que en un año no hayan encontrado a los muchachos», fue otro de los comentarios de los familiares.
Como ocurrió en el DF, también se presentaron bloqueos en la llamada autopista del Sol, que comunica Acapulco con la capital. En las movilizaciones participaron policías comunitarios, maestros y organizaciones sociales en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero; mientras que hubo duros enfrentamientos entre estudiantes normalistas y Fuerzas de Seguridad en el estado de Michoacán tras el secuestro de siete autobuses por parte de los primeros.
Con carteles que dicen “Crimen de Estado” o “Fuera Peña”, grupos de amigos y familias enteras marchan por el céntrico paseo de la Reforma, donde un niño sentado en su carriola sostenía una pancarta que decía “Ni uno más”.
“Venimos con sed de justicia, no puede haber más impunidad. Detrás de los 43 están miles de desaparecidos”, dijo Sofía Rojas, alumna de estudios latinoamerianos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hace unos días, los padres de los estudiantes llegaron desde el convulsionado estado de Guerrero hasta la capital para realizar un ayuno de 43 horas en honor a sus hijos y para entrevistarse el jueves con el presidente Enrique Peña Nieto. Allí, en la segunda reunión con familiares de las víctimas, el presidente mexicano aseguró que la investigación sigue abierta y anunció la creación de una fiscalía especializada en localizar a más de 20.000 desaparecidos que hay en el país.
“A un año de distancia de los trágicos hechos en Iguala, reitero el compromiso del @GobMX con la verdad y la justicia”, manifestó el presidente en Twitter, antes de partir este sábado a Nueva York para asistir a la asamblea general de las Naciones Unidas, un viaje que ha generado polémica por el simbolismo de la fecha.
Sin embargo los padres le reprocharon la “mentira histórica” sobre lo que ocurrió aquella fatídica noche del 26 de octubre de 2014, y exigen la supervisión internacional de las investigaciones.
Con información de http://www.elmundo.es/ y ElEstimulo.com