El domingo 3 de julio, el diario El Deber de Bolivia reveló que la banda delictiva «El Tren de Aragua» opera en ese país mediante el secuestro de mujeres venezolanas para obligar a sus maridos o padres a traficar drogas hacia Chile.
De acuerdo con el medio, la organización criminal funciona en la localidad de Pisiga, en plena frontera con Chile, y sus miembros operan en al menos cuatro ciudades de Bolivia: Santa Cruz de la Sierra, La Paz, Cochabamba y Oruro.
En estos puntos “secuestran” a mujeres venezolanas que están en las calles vendiendo caramelos, lavando parabrisas o pidiendo limosna. Luego, las llevan a Chile para que sean sometidas a la explotación sexual, reveló el diario.
«Muchos piensan que sus familiares fueron detenidas por la Policía por no tener la documentación migratoria correspondiente, pero no es así. Después de un tiempo son conectados por los miembros de esta mafia. Les revelan que sus esposas e hijas fueron raptadas y que la única manera de volver a verlas es llevando droga a Chile», refirió.
La Fiscalía boliviana no tiene conocimiento oficial de la presencia del Tren de Aragua en Bolivia, pero investigan la situación de los venezolanos que pasan droga hacia Chile. Además, se indaga a grupos que operan en la frontera traficando a mujeres y niñas para que sean explotadas sexualmente.
El «Tren de Aragua» es una organización delictiva que se formó en el Centro Penitenciario de Aragua, también conocido como cárcel de Tocorón. Su nombre se debe a que antes de convertirse en una banda criminal, sus primeros miembros fueron los fundadores en el año 2002 de un sindicato en una construcción ferroviaria en Aragua que nunca se materializó.