Llantos de lamento, desmayos e insultos hacia los funcionarios policiales y militares, fueron algunas de las reacciones de los familiares de los reclusos del Internado Judicial José Antonio Anzoátegui, mejor conocido como Puente Ayala, cuando observaron los autobuses en que los privados de libertad eran llevados a otras cárceles del país, la tarde del lunes 30 de octubre después que el Gobierno nacional ejecutó la toma del penal.
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Parientes de los reos expresaron que no saben cuál será el destino. Sin embargo, especulan que pueden ser llevados a El Dorado, en el estado Bolívar.
“Queremos respuestas de las autoridades, no es justo que nos tengan aquí sin saber nada”, expresó Margarita Contreras, madre de un privado de libertad por el delito de hurto de vehículo.
El Ministro del Poder Popular de Justicia y Paz, Remigio Ceballos, indicó que la orden es parte del operativo Gran Cacique Guaicaipuro, para mejorar el “proceso de transformación” de los internos.