El gobernador de Texas, Greg Abbott, prohibió a través de una Orden Ejecutiva emitida el 6 de abril, exigir a los ciudadanos alguna prueba de vacunación contra el Covid-19, también conocido como un “pasaporte de vacunas”.
Ninguna agencia estatal o subdivisión política del estado, podrá solicitar un estatus de vacunación a los residentes del estado.
En su cuenta de Twitter, Abbott expresó enfático: «Continuaremos vacunando más texanos y protegiendo la salud pública, y lo haremos sin pisar las libertades personales».
En Texas están cerca de haber vacunado a 13 millones de personas. Se aplican las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.