El periodista mexicano Ciro Gómez Leyva, reconocido presentador de noticias de radio y televisión del país, conocido también por sus críticas al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), salió ileso de un atentado armado perpetrado desde una moto. El hecho ocurrió la noche del jueves 15 de diciembre en Ciudad de México, al salir de la planta televisiva Grupo Imagen, donde trabaja.
«A las 11H10 pm a 200 metros de mi casa dos personas en una motocicleta me dispararon, al parecer con la clara intención de matarme», informó Gómez Leyva en su Twitter con fotos de al menos siete impactos de bala en el parabrisas, en una ventana y en la carrocería.
La mañana siguiente al ataque, el periodista detalló que desde que salió del canal hasta su casa son aproximadamente 8 minutos de recorrido. Pocos metros antes de llegar a su hogar en la calle Tecoyotitla, observó un vehículo a muy baja velocidad. En ese momento Gómez Leyva estaba cambiando el dial de la radio cuando escuchó dos disparos en su ventanilla. Se dio cuenta que era una persona a bordo de una moto. Se tumbó hacia el lado derecho para evitar nuevos disparos y en ese momento el vehículo recibió nuevos tiros ahora por el vidrio parabrisas.
«Yo no había recibido ninguna amenaza. Hasta donde sé, no tengo ningún problema personal con nadie», aseguró Gómez Leyva en su programa Gripo Fórmula, la mañana del viernes.
AMLO rápidamente emitió su rechazo a lo ocurrido en su habitual rueda de prensa matutina: «Tenemos diferencias, son de dominio público, pero es completamente reprobable que se atente contra la vida», sostuvo este viernes el mandatario, adelantando que ya hay «un avance» en las investigaciones sobre el hecho.
Omar García, funcionario de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México detalló a los medios que en el ataque participó un vehículo color negro y una moto negra con naranja tripulada por dos personas. Afirmó que la moto siguió al periodista desde que salió del canal.
En el recuento hecho por Gómez Leyva señala que no sabía qué hacer después del atentado. Con las manos temblando avanzó en su vehículo pero notó que podía tener algún caucho espichado. En lugar de ir a su vivienda recordó que muy cerca vive un amigo en una pequeña urbanización. El vigilante lo dejó entrar y desde allí notificó lo ocurrido a las autoridades.