Mientras los productores y campesinos del estado Anzoátegui piden seguridad, bandas organizadas de cuatreros se han apoderado de grandes cantidades de animales que son sacrificados de forma salvaje.
De los tres hechos delictivos que ha sido víctima el ganadero José Rodríguez, el del jueves 31 de mayo es el peor.
Un grupo de malhechores (aproximadamente 12 sujetos) sorprendió al único trabajador que cuidaba su finca El Caruto, ubicada en el sector Corocito del municipio Francisco de Miranda. Lo amordazaron y esperaron todo el día la llegada del dueño.
Ese día por razones laborales, José no se trasladó al sitio. «En lo que se hizo de noche, frustrados porque yo no llegaba, empezaron a sacrificar ganado a eso de las 10 pm», explicó el técnico agrícola y pecuario que hoy confiesa que tiene ganas de colgar los guantes.
Los delincuentes no solo le mataron 25 reses, sino que no discriminaron las que estaban preñadas. A los becerros neonatos los apuñalaron también. «Esta barbaridad, primera vez que veo algo así», expresó Rodríguez, un hombre que asumió el trabajo que venían desarrollando varias generaciones en su familia.
Al trabajador lo amarraron con un chinchorro y lo sacaron fuera de la casa. Luego en la noche lo metieron en un cuarto y le pasaron llave. «Tuvo que pasar clavijas para escapar y luego con un celular prestado, avisó».
Hasta la finca se escuchó que llegó un camión a gasoil. Estima el trabajador que se trataba de un vehículo 6 cilindros. «De 25 reses cargaron 16. Dejaron 9 para salvar lo que quedaba allí o para distraernos tratando de recuperar lo que quedaba». Creen que el camión salió a las 4 am de El Caruto, por una trilla sentido a la carretera de El Tigre.
Rodríguez guarda visitas indeseadas del hampa en el año 1995, 2010 y más recientemente el año pasado cuando sacaron 32 reses de los potreros.
Otros asaltos recientes. Al ganadero Luis Silvera le mataron 22 reses hace 23 días. Su fundo está ubicado en el mismo sector Corocito. Hace mes y medio a Marcos Meza le mataron 10 animales, pero a los delincuentes les falló la logística y los dejaron en el sitio.
«Pido a los cuerpos de seguridad se haga justicia, que esto no quede impune», finalizó.
Las autoridades sospechan que se trata de una banda muy bien organizada por el número de animales que fueron sacrificados y los equipos que deben tener los hampones para conservarlos.