Este año, Ecuador desplazó a Colombia como el primer exportador de cocaína a nivel mundial, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo a Naciones Unidas, Colombia sigue siendo el principal productor de esta droga en el mundo.
El auge del narcotráfico en Colombia tuvo que ver con los incentivos socioeconómicos que llevaron a los campesinos a cultivar hoja de coca. En Ecuador este delito floreció por la conexión del país con un mundo globalizado.
«Para los narcotraficantes se ha vuelto más rentable exportar por Guayaquil que por el Pacífico colombiano, porque las fuerzas de seguridad son menos sofisticadas que en Colombia y porque Guayaquil tiene una vieja tradición portuaria», dijo a BBC Mundo Elizabeth Dickinson, analista del Crisis Group, un centro de estudios.
La industria del narcotráfico hoy tiene poco que ver con la de cuatro décadas atrás; la cadena productiva tiene más instancias y es más sofisticada, pero estas nuevas organizaciones del tráfico de drogas no tienen la estructura de los extintos carteles de Medellín y Cali.
«Ecuador es atractivo para el narcotráfico porque tiene una legislación gris que facilita el lavado de activos, porque al estar dolarizado genera una conexión fluida con el resto del mundo», explicó Daniel Rico, un economista colombiano especializado en crimen organizado.