De apenas 16 años de edad el joven prospecto de béisbol Ezeel David Espinoza Arias, estuvo al borde de la muerte en diciembre del año 2020 luego que le suministraron en la academia de béisbol Tiger Sport Talent, el desparasitante equino denominado Panteq, no apto para humanos.
A escasos 17 días de cumplirse un año del peligroso hecho, el Tribunal de Juicio N° 1 de El Tigre condenó al entrenador Raúl Barreto Arredondo por ser el responsable directo del suministro del medicamento para caballos.
La fiscalía 7° a cargo del fiscal Jairo Gil imputó los delitos Lesiones Culposas Gravísimas, de conformidad con los artículos 412 y 420 del Código Penal venezolano vigente, y Ejercicio ilegal de la Medicina, artículo 132 de la Ley de Medicina y el 217 de la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes.
La jueza Ornella Nápoles condenó a Barreto a una pena de 2 años y 2 meses de prisión. Sin embargo, por tratarse de una pena que no excede los 5 años, Barreto recibió medida cautelar de libertad con presentación cada 30 días y prohibición de acercarse a la víctima o su familia, detalló al Vistazo el padre de la víctima, Ezeel Antonio Espinoza.
El juicio se desarrolló en nueve audiencias: comenzó el pasado 9 de septiembre y concluyó el martes 30 de noviembre. En este lapso de tiempo el acusado estuvo privado de libertad en Polisosir y posteriormente en Polianzoátegui El Tigrito. Por este caso también estuvo detenido el ingeniero agrónomo Luis Alberto Castillo.
En la audiencia de presentación realizada el 27 de diciembre en el Palacio de Justicia de El Tigre, Castillo se identificó como el veterinario de la finca del mismo dueño de la academia deportiva, Amín Salomón Marcano.
«Dijo que llevó el químico para la academia porque no estaba seguro en la finca. También agregó que al momento que pasó eso él no estaba en el sitio (…) que lo que quedó de una desparasitación a unos animales fue lo que le entregó a Raúl (…) él manifestó que fue el señor Raúl quien proporcionó eso a los muchachos», detalló el señor Espinoza en aquel entonces.
El entrenador suministró el Panteq a otros dos jóvenes de 14 años, entre los que se encuentra un hijo del propio Barreto. Les dio 2 cc del químico organofosforado de uso veterinario mientras que a Ezeel David «le dio 3 cc porque era más pesado», recuerda el papá del prospecto.» Cuando le preguntaron a Raúl quién le había dado la orientación médica de la cantidad en cc por peso de los atletas, dijo que había sido el veterinario».
Fiscal Julio Aguilar fue denunciado y recusado por déficit en la investigación de Ezeel David
El fiscal 4to, Julio Aguilar fue recusado luego que la familia Espinoza Arias observó varias irregularidades:
- No promovió la evaluación del médico forense.
- No promovió a los testigos principales del hecho, entre los que se encuentra el coordinador de entrenadores Ángel López, y otros miembros de la academia que podían aportar datos de lo ocurrido.
«Lo más grave – explica el señor Ezeel- es haber colocado al dueño de la academia como una de las víctimas, como si hubiese ingerido también el desparasitante». Este fue el detonante para denunciar al fiscal y recusarlo (solicitar se aparte del caso por considerar que está parcializado).
La falta de responsabilidad penal sobre otros integrantes de Tiger Sport Talent genera en la familia Espinoza Arias la sensación de haber contado con «una justicia a medias». Sin embargo se muestran medianamente satisfechos por la condena contra Barreto y aseguran que esta decisión marca un precedente:
«Esperamos que la presente sentencia sirva de ejemplo para que otros falsos promotores del talento humano deportivo de muchos jóvenes, se abstengan de este tipo de prácticas fraudulentas y riesgosas».
El caso está y seguirá registrado en la MLB de Estados Unidos
La sentencia condenatoria emitida el 30 de noviembre 2021 llegará hasta el Departamento de Investigaciones de la MLB (Béisbol de las Grandes Ligas de los Estados Unidos), donde el caso de Ezeel David tiene número de expediente asignado contra la referida academia que funciona en El Tigre y en Colombia.
Agradecimientos de la familia Espinoza Arias
«Aprovechamos para agradecer, primeramente a Dios por devolvernos con vida a nuestro hijo, luego de sufrir un paro respiratorio y verse tan complicado en estado de gravedad, como lo expusieron y demostraron con sus informes médicos en juicio los profesionales de la medicina, entre ellos el médico forense; promovido por nuestra parte. En segundo lugar, a todas las personas, que de una u otra manera, nos brindaron el apoyo moral y espiritual tan necesario en esos duros momentos, y hasta con dinero para poder costear exámenes y medicamentos para recuperar a nuestro muchacho. En tercer lugar, al Dr. Jairo Gil, Fiscal Séptimo, y de manera especial a nuestros abogados, Dr. Miguel Cabello (a pesar de su estado de salud) y Dr. José Arthur, quienes, sin cobrarnos un céntimo, supieron fortalecer los medios probatorios, que jamás ofreció el Fiscal Cuarto recusado, y representarnos hasta el final. Así como a los doctores Gilda Villarroel y Jorge Ortiz, quienes nos asistieron también ad honorem en la primera etapa del proceso».