Carlos Fernández asumió este 22 de julio la presidencia de Fedecámaras en el acto de cierre de la 77 Asamblea Anual de la institución. Hasta ahora se venía desempeñando como primer vicepresidente y fue el único candidato propuesto para sustituir a Ricardo Cusanno. Adán Celis es el primer vicepresidente y Felipe Capozzolo, el segundo vicepresidente.
“Yo no veo futuro en el país si no asumimos con seriedad y compromiso un proceso profundo de negociación entre todas las partes en conflicto”, señaló Fernández en su mensaje como presidente electo.
Fernández, que dirige desde ahora la institución que agrupa a la mayor cantidad del empresariado privado, indicó que le preocupa que los venezolanos pierdan la confianza en la política, que es la manera de resolver los conflictos sociales. Advirtió que ese es un camino peligroso donde “uno sabe cuándo entra, pero difícilmente sabe cuándo sale”.
Señaló que no hay una ruta. Manifestó que hay que aprovechar cualquier negociación y cualquier factor social que quiera unirse.
Hizo énfasis en que los problemas no hay manera de solucionarlos sino con la inversión privada.
«Venezuela es una nación desintegrada. El concepto esencial de nuestra preocupación debe ser la nación venezolana porque se está desintegrando. Cinco millones de venezolanos han tomado los caminos hacia distintas latitudes porque no tienen un proyecto sugestivo de vida en común”, señaló en su mensaje como presidente electo.
Dijo que Venezuela vive una tragedia. “La nación se nos desvanece en las manos y nos vamos en la pelea estéril, en la confrontación inútil, en el populismo incesante y carente de contenido”, señaló.
No se puede hacer borrón y cuenta nueva
Afirmó que el pueblo noble que sufre ya no espera más. “Este país urge soluciones”, manifestó. “La destrucción que vive el país y su coyuntura es responsabilidad de todos, pero no en partes iguales. Hay unos que tienen más responsabilidad que otros”, destacó.
Advirtió que no se puede pretender un borrón y cuenta nueva con olvido: “Cada quien tiene que pagar por lo que haya hecho”.
Dijo que tocaba integrar a todos para reconstruir al país, pero señaló asimismo que era un camino largo para lograr que se incorporen las diferencias. “El país va al garete, no tiene un modelo de desarrollo; el país no tiene un plan prospectivo de vida en común”, puntualizó.
Afirmó que un nuevo modelo económico no debe ser consensuado solo entre las élites, debe ser un sueño prospectivo de vida en común.
Sobre las sanciones
El nuevo presidente de Fedecámaras se refirió a las sanciones. Dijo que era un tema complicado. “Es una realidad que hay que manejar. Se llaman sanciones, no se llaman premios. Y se aplican a un modelo que abusó del Estado de Derecho, que abusó de los derechos humanos y que vulneró los valores republicanos”, manifestó.
“Todos no debemos pagar la misma cuenta”, agregó.
Destacó que los empresarios nunca fueron convocados a discutir el modelo económico y que el régimen nunca les aceptó ninguna observación. “Tenemos que buscar un modelo productivo, que nos dé sostenibilidad”, dijo.
Con información de El Nacional y El Vistazo.