La federación venezolana de maestros rechazó este miércoles las agresiones recibidas unos docentes por parte de grupos de civiles armados afectos al gobierno durante las protestas que se desarrollaron los días lunes y martes de esta semana en el centro de Caracas.
Los representantes del magisterio exigieron una disculpa pública al ministro de educación Aristóbulo Istúriz, por la represión en contra de los docentes.
El día lunes durante la protesta frente a la sede del Ministerio de Educación, un grupo de sujetos armados en motocicletas accionó armas de fuego para dispersar a los manifestantes. El día martes cuando se movilizaban a la sede de la Asamblea Nacional (AN) también fueron agredidos por colectivos chavistas.
Representantes del magisterio indicaron que debido a la severa crisis que atraviesa Venezuela, no existen condiciones adecuadas para iniciar el año escolar 2019-2020, el cual según el gobierno, comenzó el lunes con una matrícula superior a 8 millones de estudiantes.
Esta situación nos lleva a la conclusión de que mientras no se resuelva este problema será imposible el inicio de un nuevo año escolar que cumpla con las exigencias académicas para la formación de nuestros alumnos.
A continuación comunicado completo:
Las Federación Venezolana de Maestros, en su reunión del Comité Directivo Nacional
Ampliado de hoy miércoles 18 de septiembre, concluyó que no hay condiciones para el inicio del año escolar 2019- 2020 en nuestro país.
Rechazamos enérgicamente la agresión del cual fueron objeto nuestros educadores el pasado día lunes 15 del presente mes en la sede del MPPE. Es reprochable por cuanto solo reclamaban el derecho que tienen a vivir dignamente junto a su familia, es reprochable porque la Constitución Nacional nos da el derecho libre a la protesta.
Los educadores fueron salvajemente atacados por las fuerzas de represión policial y por grupos armados de la muerte, creados y financiados por el gobierno de Nicolás Maduro.
Nuestros educadores denunciaban que la seguridad social del docente colapsó totalmente, por ejemplo en lo relativo al ingreso o salario diario, en general ganan menos de 1$; en cuanto a la salud, el servicio está en pésimas condiciones, prácticamente no existe la prestación de este componente en nuestra seguridad social; los servicios funerarios tampoco funcionan, los docentes no pueden tener, ni ellos ni su familiares un entierro digno como debe ser, incluso les toca solicitar ayuda humanitaria para cumplir con esta realidad de nuestro ciclo vital; en conclusión, hay violación flagrante a la contratación colectiva y los derechos humanos de los
educadores venezolanos.
La situación económica, social y política del país es peor a la del mes de julio pasado cuando infelizmente finalizó el año escolar 2018-2019, hoy vemos como la inflación terminó de pulverizar el salario de nuestros educadores, el poder adquisitivo se redujo aún más aproximadamente más del 70%, por lo tanto su situación económica es más grave hasta el punto que asistir a su centro educativo se hace poco probable por el alto costo del transporte público, que es utilizado por más del 70% de los docentes, ya que en julio el pasaje costaba Bs. 300 y hoy cuesta Bs. 3.000 en el mejor de los casos, sin que hayamos tenido un aumento salarial durante este lapso, esto indudablemente es un elemento que agrava la situación educativa del país por cuanto también repercute sobre padres y representantes y conlleva a más deserción escolar.
Por ejemplo, un padre o representante que tenga tres hijos, deberá erogar de su salario Bs. 12.000 diariamente (Incluyendo el del representante), sumado cinco días a la semana serían Bs. 60.000 semanal es decir 1.5 salarios mínimos, lo cual es casi imposible para un trabajador que gane salario mínimo de Bs. 40.000 enviar sus hijos al colegio, a esto hay que agregarle el costo del uniforme, útiles y demás enseres escolares que necesitan sus representados, aunado a esto, si el Programa de Alimentación Escolar (PAE), no llega a todas las instituciones educativas con la regularidad necesaria, habrá menos alumnos en nuestras escuelas, la falta de mantenimiento en la infraestructura escolar y la insalubridad en los baños por la falta de agua y de insumos para su limpieza es otro factor que atenta con el inicio de clase por cuanto los padres deben tener el cuidado que sus hijos no sean propensos a enfermarse por esta causa.
Esta situación, no inventada por nosotros, fue ratificada el día 9 de septiembre por la Alta Comisionada de DDHH de la ONU Michelle Bachelet en la 42 sesión del Consejo DDHH de la ONU en Ginebra, al expresar: “la situación económica y social sigue deteriorándose y la economía atraviesa lo que podría ser el episodio hiperinflacionario más agudo que haya experimentado América Latina… el salario mínimo equivale a 2$ mensuales… una familia necesita 41 salarios mínimos mensuales para cubrir la canasta básica alimentaria”.
Esta situación nos lleva a la conclusión de que mientras no se resuelva este problema será imposible el inicio de un nuevo año escolar que cumpla con las exigencias académicas para la formación de nuestros alumnos.
Desde la Federación Venezolana de Maestros, quienes formamos parte de la coalición sindical nacional del magisterio venezolano, reiteramos nuestra exigencia al Ministerio del Poder Popular para la Educación de garantizar el cumplimiento del programa de alimentación escolar para nuestros estudiantes y maestros, revisar y ajustar al proceso inflacionario que vive el país todas las cláusulas económicas del contrato colectivo, la eliminación de la fórmula macabra aplicada a las primas y bonos del mismo que le disminuyen el 95% de su valor y el ajuste salarial al equivalente de 600 dólares mensuales que a nuestro juicio haría más atractiva la carrera docente y evitaría la fuga o migración de docentes a otras áreas del sector laboral o a otros países. Exigimos se cumpla lo establecido en nuestra carta magna en sus artículos 91, 102, 103 y 104.