Luego de 54 días de protesta, médicos y enfermeros salieron desde el hospital JM de los Ríos con el objetivo de entregar en el Palacio de Miraflores, sus exigencias de mejoras salariales y dotación de insumos a nivel nacional.
Sin embargo, solo avanzaron dos cuadras por la presencia de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que estaban desplegados en el puente de la avenida Urdaneta, para impedir el paso de los manifestantes que lanzaban consignas, lágrimas y gritos.
El Dr. Carlos Prosperi denunció que un piquete de la GNB los mantuvo retenidos por más de 30 minutos en el Hospital Vargas.
Miguel Carballo, representante de la Vicepresidencia de la república, se acercó hasta el sitio y recibió un documento de los trabajadores del sector salud.
Antes de la llegada de Caraballo, y en medio de gritos en rechazo a la presencia de autoridades gubernamentales, el viceministro de hospitales, Armando Marín, llegó acompañado de efectivos de Casa Militar para intentar mediar con los manifestantes. Tras una breve intervención se retiró alegando que no podía recibir al gremio de la salud en la calle.