Luego de tres semanas de haber perdido la candidatura a la reelección, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, presentaron una demanda ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) para solicitar la nulidad de los votos emitidos en los modelos de urnas UE2009, UE2010, UE2011, UE2013 y UE2015 en la segunda vuelta de las elecciones.
La demanda pone en duda al 61% de las urnas electrónicas utilizadas en la jornada electoral el pasado 30 de octubre.
Según el resultado oficial, Luiz Inácio Lula da Silva se impuso en esa segunda vuelta con el 50,9 %, frente al 49,1% que obtuvo Bolsonaro, en un proceso avalado y reconocido como transparente por las misiones de observadores nacionales e internacionales que participaron.
Bolsonaro culpó a un error de software y exigió a la autoridad electoral que anule los votos emitidos en la mayoría de las máquinas de votación electrónica del país. Tal acción dejaría a Bolsonaro con el 51% de los votos válidos restantes, y una victoria en la reelección.
En respuesta, el presidente del Tribunal Superior Electoral, ministro Alexandre de Moraes, dio 24 horas para que el Partido Liberal incluya datos sobre la primera vuelta de las elecciones en el informe.
Los supuestos problemas habrían quedado registrados en los ficheros “bitácoras de las urnas”, que configuran “el verdadero código de identificación de la máquina de votación electrónica”. Según, estos modelos de máquinas presentaban un número idéntico de LOG cuando debían emitir uno individualizado. Los modelos en cuestión suman 352.125 urnas.