Jarlet Sánchez, diplomático venezolano que fue expulsado de Estados Unidos la semana pasada, continúa en este país a pesar de que se venció el plazo de 48 horas que le dio el gobierno norteamericano para abandonar la nación.
Su salida se originó como represalia a la decisión de Nicolás Maduro de echar al diplomático estadounidense de mayor rango en Caracas, Todd Robinson.
Sánchez, diplomático de profesión que había fungido como vicecónsul general de Venezuela en Houston, fue declarado persona non grata el 23 de mayo. Pero un funcionario estadounidense y otro individuo familiarizados con el caso señalaron que Sánchez aún no ha salido de Estados Unidos. Las dos personas hablaron en condición del anonimato por no estar autorizados a discutir el tema públicamente.
De acuerdo a la información manejada por la agencia The Associated Press, el diplomático venezolano tendría la intención de quedarse permanentemente en Norteamérica y supuestamente estaría solicitando una residencia permanente para inmigrantes, conocida como “green card”, bajo una cláusula poco conocida de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.