Quince días después de anunciarse un plan de bacheo, la Alcaldía de El Tigre tiene muchos pendientes por resolver. Los alrededores de la plaza Bolívar y la calle 24 sur contaron con la atención de las autoridades. No ocurrió lo mismo con otras vías que están muy deterioradas y literalmente en las narices de quienes hoy ocupan el poder municipal.
Ejemplo de ello es la esquina del Centro Comercial Flamingo en plena avenida Francisco de Miranda, la principal avenida de El Tigre. En ese centro comercial funcionan varias oficinas de la Alcaldía, como la superintendencia de impuestos (SAMAT) y varios equipos de prensa al servicio del burgomaestre Ernesto Raydan. La calle que separa al Flamingo del edificio de gobierno, es una pesadilla para los vehículos por los enormes huecos.
Dos cuadras más adelante de la Alcaldía conseguimos una tronera rectangular en el semáforo de El Luchador. Aquí se interceptan las avenidas Francisco de Miranda y la España. De hecho este punto vial es clave para los visitantes que llegan de Puerto La Cruz, Pariaguán, Cantaura, Barcelona y Caracas. Así como también es paso obligatorio para aquellas personas que continúan a Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro y Brasil. Una verdadera pena con la visita.
Un roto histórico
Desde hace aproximadamente seis años, es decir cuando estaba de alcalde Jesús Figuera y durante los cuatro años de Raydan, gestión que llega a su fin este mismo 2021, los habitantes de El Tigre hemos sido testigos de la indiferencia de los funcionarios con la acera de uno de los semáforos del Centro Comercial Petrucci (cercano a la parada de transporte que también está arruinada). Allí hay cabillas expuestas y el concreto roto.
Sin ir muy lejos, justo al frente cruzando la isla, los vehículos deben sortear dos grandes huecos. Si van en dirección al banco Mercantil el canal derecho pronto estará totalmente intraficable si se mantiene la apatía y las excusas de la Alcaldía.
Dos situaciones graves
La primera que vamos a reseñar es el hundimiento en la calle 23 Sur bis cruce con calle 14 sur. Se trata de unos 5 metros aproximadamente de vía deteriorada. Se aprecian huecos, pavimento roto, relleno colocado por los vecinos y peor aún los jardines medianos y frondosos que han surgido de forma espontánea. Hasta ahora, nadie de la Alcaldía transita por allí. Al final de esa calle está la avenida Jesús Subero, la segunda avenida más importante de la ciudad. En esa intersección la cuneta se desplomó y un paño de la acera está a punto de caerse, representando un riesgo latente para los peatones.