AFP.- Los apagones están dando un golpe demoledor a la hundida economía de Venezuela, paralizando su vital industria petrolera y provocando pérdidas de unos 200 millones de dólares diarios.
No hay sector que escape a los daños que han provocado dos enormes cortes de luz desde el pasado 7 de marzo. Ese día, un apagón colapsó el país durante una semana; y la oscuridad volvió 18 días después con una interrupción que se mantenía hasta este miércoles.
“Por cada día de apagón general (…) tenemos una pérdida de alrededor de 200 millones de dólares”, dijo a la AFP Carlos Larrazábal, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras).
El impacto es devastador para una economía que encadena cinco años en recesión, azotada por una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta en 10,000,000% para 2019 y una devaluación de más del 98% del bolívar, la moneda local, desde agosto.
La crisis energética golpea especialmente la cadena productiva de alimentos que requieren refrigeración.
Según el Parlamento de mayoría opositora y gremios, los perjuicios del primer apagón ascendieron a 1,000 millones de dólares, más del 1% del PIB de 2018 de este país de 30 millones de habitantes.
“Preocupa que esta situación se viva con tanta regularidad”, alertó María Carolina Uzcátegui, presidenta del privado Consejo de Comercio y Servicios (Consecomercio). Sin energía, los medios de pago electrónico dejan de funcionar en un país en el que esas operaciones son imprescindibles incluso para comprar un pan, debido a la escasez de efectivo que generan la espiral inflacionaria y la devaluación.
La industria del crudo, fuente del 96% de los ingresos de Venezuela, no es inmune a los apagones.