Este martes 26 de julio, los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) cerraron un acuerdo político acerca de un plan para reducir en 15% el consumo de gas ante la amenaza de un corte total del suministro por parte de Rusia, algo que han catalogado como chantaje por parte de esa nación.
«No ha sido una misión imposible. Los ministros han alcanzado un acuerdo político sobre la reducción de la demanda de gas, de cara al próximo invierno», informó la presidencia del Consejo de la UE, en manos de la República Checa.
Según lo reseñado por DW, la industria alemana teme los efectos sobre la economía del país de una «persistente escasez de gas», solo subsanable si Europa muestra al presidente ruso, Vladímir Putin, una respuesta «solidaria».
La reducción de suministros rusos hace temer una «escasez persistente y a largo plazo», advierte el representante de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Wolfgang Niedermark, quien considera un «paso importante» el plan para reducir el consumo de gas.
«La escasez persistente se viene sobre Alemania y sobre Europa. El conjunto de la sociedad, desde el empresariado, al sector público y el consumo privado deben ahorrar energía donde sea posible», argumentó Niedermark.
El gobierno alemán centra sus esfuerzos desde el inicio de la invasión de Ucrania por Rusia en reducir la dependencia de las importaciones de gas ruso, que en febrero representaban un 55% del total de las importaciones y en junio 26%, según datos recientes del Ministerio de Economía de ese país.