La situación política en Venezuela mantiene opiniones divididas entre los países presentes en la cumbre Unión Europea-Celac.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, y presidente pro témpore de la Celac, pidió en la apertura de la cumbre el fin de las sanciones estadounidenses contra siete funcionarios venezolanos: “La orden, además del ridículo, viola flagrantemente el derecho internacional”.
Esto fue apoyado por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien dijo que rechaza la adopción de cualquier tipo de sanciones contra Venezuela.
Mariano Rajoy, sin hacer referencia explícita a la situación en el país, exigió respeto a las personas, los derechos humanos y los sistemas democráticos como principios esenciales, un día después de que el expresidente Felipe González tuvo que abandonar Caracas en vista de que el gobierno no le concedió los permisos para visitar a los opositores encarcelados ni asistir a las vistas de sus juicios.
En conversaciones previas a la instalación de la Cumbre, países Celac propuso incorporar un párrafo en la declaración final de la cumbre para condenar y rechazar las medidas de Estados Unidos. Sin embargo, los negociadores de ambas partes continuaban ayer con la finalización del texto. Fuentes europeas indicaron que había párrafos aún abiertos, entre ellos el de Venezuela.
Con información de EFE.