David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la OEA para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos, expresó su rechazo y alerta a la comunidad internacional sobre las declaraciones efectuadas el 21 de mayo de 2020 por el secretario de Gobierno del estado Zulia, Lissandro Cabello, en las que afirma que los migrantes venezolanos retornados al país son “armas biológicas” y que estos deberán cumplir la cuarentena en una celda “por instrucción de Nicolás Maduro y del gobernador Omar Prieto”.
Estas declaraciones ponen en riesgo la vida de decenas de miles de retornados venezolanos y pudiese representar la intensificación de tratos crueles, inhumanos y degradantes, esgrime en un comunicado.
Tras las últimas semanas, explica que los migrantes y refugiados venezolanos que han regresado a su país por razones humanitarias en el marco del Covid-19, han sido sometidos a la estigmatización, así como a abusos y violaciones de derechos humanos por parte del gobierno de Maduro.
De acuerdo con información recibida y de público conocimiento, centenares de venezolanos retornados han sido confinados en albergues improvisados bajo condiciones de hacinamiento e insalubridad. Los baños sucios, la falta de comida y agua, así como la ausencia de atención médica y camas para dormir, son las denuncias más reiteradas sobre las condiciones precarias en las que se encuentran los centros de cuarentena.
«Esta oficina también ha sido informada de venezolanos retornados que para trasladarse desde la frontera hasta sus ciudades de origen han sido extorsionados y amenazados por parte de los cuerpos de seguridad al cobrarles dicho traslado en moneda extranjera».
Ante la gravedad de esta situación, dicha oficina ratifica su preocupación por las declaraciones emitidas por el secretario de Gobierno del estado fronterizo del Zulia e insta a los Estados y organizaciones internacionales a actuar con mayor vehemencia y a tomar medidas urgentes para garantizar la integridad de los venezolanos retornados.
Para finalizar, aluden en virtud del derecho internacional, toda persona tiene derecho a regresar a su país y que los Estados están obligados a recibirlos y velar por sus derechos. Entre ellos, el derecho a no ser sometido a torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; así como el derecho a no ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Con información de El Universal.