Los astronautas de la NASA, Robert Behnken y Douglas Hurley, los primeros en viajar a la órbita a bordo de una nave espacial desarrollada por una compañía privada, tienen el objetivo de regresar a la Tierra este fin de semana, si el huracán Isaías que se acerca no retrasa esos planes.
Estos hombres han estado a bordo de la Estación Espacial Internacional durante dos meses, después de partir desde el Centro Espacial Kennedy, en la Florida, en la cápsula Crew Dragon de SpaceX.
Su viaje comenzó con el histórico lanzamiento en mayo que marcó la primera misión tripulada en despegar de suelo estadounidense en casi una década, y podría ser la primera de muchas si la cápsula ameriza con seguridad en la costa de la Florida este fin de semana.
Está previsto que el sábado Hurley y Behnken aborden su nave espacial Crew Dragon, apodada Endeavour, y abandonen la estación espacial alrededor de las 7:30 pm ET para comenzar su viaje de 19 horas a casa. El amerizaje está programado para las 2:42 pm ET del domingo.
Pero todos los ojos están puestos en el tiempo: el huracán Isaías se dirige a la Florida, probablemente causando vientos y olas altas en todos los posibles sitios de aterrizaje del Crew Dragon.
Hasta el jueves por la noche, la NASA dijo que aún planeaba avanzar con el amerizaje, pero «los equipos continuarán monitoreando el tiempo antes de desacoplar el sábado por la noche», dijo la agencia espacial en un tuit.
Una vuelta a casa segura es crucial. Aunque SpaceX lanzó anteriormente un Crew Dragon en una misión de demostración sin tripulación, la misión de Hurley y Behnken todavía se considera una prueba. Ambos son astronautas veteranos de la NASA y pilotos de prueba específicamente entrenados para responder a cualquier problema técnico que pueda surgir en el nuevo vehículo, y la NASA no certificará oficialmente a Crew Dragon como una nave espacial apta para humanos hasta que haga un regreso seguro.
Y el viaje de regreso es, en algunos aspectos, aún más arriesgado que el lanzamiento. Crew Dragon necesitará atravesar la atmósfera de la Tierra a 17.500 millas por hora (aproximadamente 28.000 km/h). Según la NASA, la compresión rápida del aire y la fricción entre el aire y la nave espacial calentarán el exterior de la nave espacial a aproximadamente 1.900 grados Celsius.
Behnken describió su experiencia de reingresar a la atmósfera en misiones anteriores de la NASA el año pasado: «De hecho ves la luz de la atmósfera mientras calienta las partes externas de la nave espacial. Ves algunas luces naranjas parpadeando en el plasma cuando pasa por las ventanas». «El vehículo está atravesando algo bastante fuerte, y esperaremos que nos cuide mientras nos lleva a través de la entrada», dijo.
Luego, cuando el Crew Dragon se acerque a la Tierra, desplegará un pequeño conjunto de paracaídas, llamados «paracaídas de frenado», para comenzar a enlentecer su descenso antes de que una gran columna de cuatro paracaídas se despliegue para desacelerar aún más el vehículo. Si todo va bien, Crew Dragon estará viajando a menos de 20 millas por hora (32 km/h) cuando toque el agua.
«No creo que estemos nerviosos», dijo Hurley desde la estación espacial durante una entrevista con Rachel Crane de CNN Business el mes pasado. «Confiamos plenamente en que el vehículo funcionará como se supone que debe hacerlo. Dicho esto, es un perfil de entrada completamente diferente al que estamos acostumbrados o al que estábamos acostumbrados en el Transbordador espacial», explicó.
Los astronautas experimentarán fuerzas G mucho más altas en el Crew Dragon, dijo Hurley. Y marcará la primera vez que astronautas aterrizan en el agua desde 1975.
Incluso después del amerizaje el viaje puede ser muy agitado. El agua puede empujar a la nave espacial, causando incomodidad a los astronautas mientras esperan que lleguen las naves de recuperación.
«Lleva un poco de tiempo, así que… ambos tendremos el hardware apropiado listo por si empezamos a sentirnos un poco mal», dijo Behnken durante una conferencia de prensa el viernes. El «hardware», aclararon los astronautas, será una bolsa de papel muy parecida a la que las aerolíneas guardan en los bolsillos de los asientos traseros para los pasajeros con náuseas.
Behnken y Hurley también deberán aterrizar en un lugar donde el tiempo esté tranquilo para que los vientos fuertes y las olas altas no interfieran con el amerizaje y el proceso de recuperación. Eso significa que los criterios climáticos para el amerizaje son aún más estrictos que para el lanzamiento.
Los funcionarios de la NASA y de SpaceX continuarán monitoreando los pronósticos hasta que Crew Dragon vuelva a entrar en la atmósfera.
Los enfrentamientos con la Madre Naturaleza ya han sido un tema recurrente en el viaje de Hurley y Behnken. Su primer intento de lanzamiento en mayo se vio frustrado por eléctricas. Y durante su segundo intento (exitoso) de lanzamiento el 31 de mayo, el reloj de la cuenta regresiva llegó a cero justo cuando un lote de nubes de tormenta despejaba el cielo.
Si el tiempo impide que el Crew Dragon se desacople este fin de semana, la NASA y SpaceX lo intentarán nuevamente el próximo miércoles 5 de agosto.
La NASA y SpaceX transmitirán por Internet cada momento del viaje de regreso de Hurley y Behnken. Puede verlo haciendo clic aquí. Con información de CNN Español.