Artículo de la sección Enfoque Político, espacio de opinión sobre temas de la actualidad venezolana. Autor: José Cheo Nassar, coordinador político de Primero Justicia en el municipio Guanipa, sur de Anzoátegui.
Ciertamente algunas expectativas no han sido cumplidas, y en algunos casos hemos tenido costos dolorosos, quiero ser muy claro, responsable pero sobre todo pedagógico a la hora de emitir comentarios u opiniones que tengan que ver con la actual situación que presenta el país.
Hoy Venezuela enfrenta un reto muy grande, enorme, y no es otro que el de recuperar la libertad. Pero tampoco debemos olvidar que el régimen también afronta su mayor reto y es el de sobrevivir.
Necesitamos claridad hoy para poder entender el mañana. Nuestro liderazgo político da argumentos sólidos y válidos día a día a quienes nos acompañan en esta lucha y así poder desmontar la mentira y los escenarios que pretende imponer el régimen de Maduro.
En todo este tiempo hemos venido construyendo un piso político, una fuerza popular de abajo hacia arriba con miras a empujar desde el escenario que sea, y lo demostramos a diario en nuestro contacto con toda nuestra gente en el municipio Guanipa, al sur de Anzoátegui. Eso hace que mantengamos firme nuestra convicción de salir de esta tragedia por la vía constitucional mientras se pueda.
Hoy Juan Guaidó representa la salida más rápida y al menor costo de esta tragedia, Maduro lo sabe y por ello ante el desencuentro en Barbados y Oslo y la poca capacidad de maniobra interna, no dudó en activar su plan B, plan que por cierto no es nuevo, que ya era conocido y venía caminando en paralelo bajo el esquema de una especie de “mesita de diálogo” con el claro objetivo de dividirnos. ¿Sus protagonistas? Los mismos que observamos en la Casa Amarilla haciendo anuncios que a mi juicio se formularon desde el grupo de Maduro. Anuncios que entre otras cosas dejan claro el reconocimiento explícito a la legitimidad del poder legislativo y que aquello del desacato simplemente era para desarticular a esa Asamblea Nacional democrática, y frenar los avances que desde allí se venían dando.
La verdad es que el régimen en el poco tiempo que le queda no se propone resolver la grave crisis que agobia a la población. Coincido que la negociación sin dudas es una herramienta política, la negociación es un arte y que como toda lucha tiene sus avances, sus retrocesos, suspensiones y continuaciones. La experiencia ha demostrado que los más agudos conflictos terminan resolviéndose en una mesa de negociación y creo que el caso Venezuela no será necesariamente la excepción. El hecho de haber culminado Barbados no implica descartar para siempre ese mecanismo, sin embargo nos mantenemos firmes en la ruta planteada por Juan para lograr el cese de la usurpación y lograr a lo que conducen todos los caminos: ELECCIONES LIBRES, sobre todo elecciones presidenciales y después que venga lo que tenga que venir, elecciones que contribuyan a una salida real a la crisis, osea la salida definitiva de Maduro, no unas elecciones que prolonguen la crisis o agudicen la tragedia. TODO, dependerá de las circunstancias: VAMOS TODOS O NO VA NADIE.