El miércoles 21 de febrero el equipo acondicionado ubicado en la azotea de la emergencia pediátrica del Hospital Felipe Guevara Rojas, amaneció desgarrado y violentado.
Informó el director del centro asistencial, Francisco Zapata, que la reparación tiene un costo aproximado de 160 millones de bolívares. El informe ya fue recibido en la gobernación de Anzoátegui y ahora toca esperar por la aprobación del presupuesto y la solicitud de un crédito adicional que cubra este imprevisto.
Supimos que el técnico que siempre hace mantenimiento en el hospital, utilizando tirro y alambres logró «parapetearlo» y encenderlo el viernes. Y si bien refresca un poco el ambiente, se nota que no está al 100% de su capacidad.
Hasta el momento no se tiene indicio de los responsables del acto de saboteo como fue denominado por Zapata. El médico criticó que a pesar de tener la garita de la Policía del estado Anzoátegui muy cerca del sitio siniestrado, «nadie vio nada».