Al desfile, el más grande desde la caída de la URSS, asistieron los presidentes de China, India, Cuba y Venezuela, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El presidente ruso, Vladimir Putin, encabezó este sábado un multitudinario desfile a través de la Plaza Roja para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial.
Putin, que sujetaba un retrato de su padre Vladimir, que combatió en ese conflicto, se unió de improviso a un cortejo de 250.000 rusos que llevaban fotos de sus familiares, en un desfile respaldado por el Kremlin.
«Creo que mi padre, al igual que millones de soldados rasos – y él era un simple soldado- tenía todo el derecho a cruzar esta plaza», declaró Putin en la Plaza Roja.
El presidente, de 62 años, explicó que el acto era un homenaje a los soldados y civiles rusos muertos en la Segunda Guerra Mundial, así como una señal de la fortaleza de Rusia.
«También señala nuestra confianza en nosotros mismos, en nuestra fortaleza y en el futuro feliz de nuestros hijos», dijo.
La muchedumbre pasó por la céntrica calle Tverskaya, la principal de Moscú, antes de cruzar la Plaza Roja.
Horas antes, Putin presidió un desfile militar con más de 16.000 soldados.
La conmemoración coincide con la fuerte tensión diplomática entre Rusia y los países occidentales por el conflicto en el este de Ucrania. Occidente acusa al Kremlin de apoyar a los separatistas prorrusos, una afirmación que Moscú siempre negó.
Como represalia, muchos responsables europeos rechazaron acudir a la capital rusa, y los pocos que viajaron —entre ellos representantes checos y eslovacos o el ministro de Relaciones Exteriores francés Laurent Fabius— no asistieron al desfile militar.
Diario El Vistazo, Con información de AFP Rusia celebró los 70 años de la victoria soviética sobre los nazis