Ya pasó el primer mes luego de la vuelta a clases y son muchos los padres que no han podido enviar a sus hijos por falta de uniforme: Los costos están fuera del presupuesto.
A pesar de la resolución del Ministerio de Educación que permite que los niños y adolescentes acudan en ropa convencional, se mantiene la tradición de comprar el atuendo exigido. No hacerlo deja en evidencia el golpe al bolsillo y podría acarrear comentarios que afecten la tranquilidad del estudiante.
«No he enviado a mi hijo por falta de pantalón», afirmó Douglas Contreras que viajó de Pariaguán hasta la feria escolar que se dispuso en la alcaldía de El Tigre.
«Trabajo como negro para vivir como negro. En la cuarta te aumentaban medio, aquí en cambio los costos cambian de la noche a la mañana», agregó Contreras, un identificado con el oficialismo que se niega a votar el 6D a causa de la decepción. «Prefiero quedarme en mi casa, tampoco sé quienes son los candidatos de oposición».
En la feria pudo adquirir 1 pantalón en 2.200 bolívares y un mono deportivo en 2.000. En la calle los mismos productos no le bajan de 5.000 y en Pariaguán no hay la suficiente oferta para poder maniobrar.
Agregó que en el caso de los alimentos hay un descontrol de los comerciantes asiáticos, que según su experiencia colocan el precio del día. «Este comercio especulativo es lo que nos afecta», expresó resignado.