Rebeca Seu se dedica a la venta de perros calientes y hamburguesas en un carro móvil, en la ciudad de El Tigre. Sin embargo, asegura que se siente acosada por la presión diaria que le vienen aplicando varios funcionarios de la Alcaldía desde que volvió a su punto de venta original, en el estacionamiento del abasto Gran Asia, en la avenida Francisco de Miranda.
En específico, Seu denuncia que percibió una actitud agresiva y discriminatoria de María Sarmiento, quien es directora de Convivencia Ciudadana de la antigua gerencia municipal.
«Me habló en un tono alterado y colocándome como si yo fuese ignorante, que ella era una persona estudiada. Le dije que yo también estudié. Su tono no era educado». Haz clic aquí y visualiza el video de esta noticia.
Seu le preguntó si el desalojo era una orden de la nueva alcaldesa Lilys Osuna y dijeron que la orden la dio el nuevo director. «Yo no creo, ellos apenas están tomando el control y no creo que quieran problemas con nadie».
Sarmiento acudió el jueves 11 de mayo con el director de Protección Civil, Albert Herdee y otros funcionarios que no se acercaron al carro de perros. El viernes 12 recibió varias visitas de Tránsito Municipal exigiéndole que se retire. Esos dos días, los funcionarios se dedicaron a tomarle múltiples fotos, acción que considera abusiva.
«Ellos hablan de las ordenanzas, pero si las ordenanzas son para todos, tienen que sacar también a los del Castillo», expresó Seu con relación a otro vendedor de perros y un churrero que están una cuadra antes que ella, y los han dejado trabajar.
En la misma avenida pero por la antigua Torre de Oro, hay otros vendedores de comida rápida que trabajan sin inconvenientes.
«Ella (Sarmiento) dice que en toda la avenida no puede haber vendedores por las ordenanzas. Entonces tienen que sacar también a otros vendedores», reitera la afectada para demostrar que sí existe un empeño particular con ella.
Contexto:
Durante 14 largos años, Seu estuvo en el estacionamiento del abasto Gran Asia en la avenida Francisco de Miranda. Hasta que a principios de diciembre de 2021 el exalcalde Ernesto Paraqueima le exigió que desalojara el espacio porque a él «no le gustaba».
En ese momento Seu relató al Vistazo que el funcionario llegó en una Hilux doble cabina color negro, bajó el vidrio y le exigió que se retirara del lugar, situación que se concretó luego de varios días de roce con funcionarios de Convivencia Ciudadana y Protección Civil.
Después de más de un año, reubicada en una zona menos transitada como la del liceo Carnevali, y tras la detención de Paraqueima el 4 de mayo, Seu decidió volver a su punto comercial buscando justicia. Hoy le expresa a las nuevas autoridades que su única intención es trabajar.