La señora Mirtha Ortiz relata en esta denuncia cómo su hijo de 18 años de edad quedó lesionado luego que una familia lo confundió con un delincuente. Después que los agresores persiguieron y atropellaron a Ramón Maicán en Pueblo Nuevo Sur, se dieron cuenta del error y trataron de pedirle disculpas, pero ya el daño estaba hecho. Foto: Calle 27 sur, entre carreras 11 y 12.
El hecho sucedió entre las calles 27 y 28 sur, en la carrera 12, a eso de las 10 de la noche del sábado 26 de diciembre. El joven que iba a pie desde la casa de un amigo hasta la casa de su mamá, se asustó cuando empezaron a gritarle desde una pick up blanca doble cabina y decidió correr. Para tratar de atraparlo le lanzaban botellas de cerveza y le gritaban. En un momento uno de los tripulantes se bajó del vehículo para tratar de atrapar a Maicán, pero él siguió corriendo. Evitó ser atropellado cuando se cubrió con un poste del alumbrado público, pero poco después lograron embestirlo de nuevo, impactándolo en la cadera, cayendo al suelo.
«En ese momento Ramón quedó sin poder levantarse, las piernas no le respondían. En ese momento se bajan de la camioneta una muchacha de tez blanca, cabello liso y mechas, que usaba ropa deportiva y lentes, y un joven con barba y ropa deportiva de colores rojo y negro. Ellos se bajan y comienzan a decirle a mi hijo por qué corría, que se calme, y él les respondió que eran unos locos, que lo habían atropellado, llévense mi bolso si quieren», les dijo. Los agresores, menores de 30 años según la descripción del afectado, explicaron que hacía pocos minutos los había robado un joven como él, pero usaba una máscara y un machete.
Ortiz agrega que la muchacha intentó abrazar a su hijo y este le dijo que lo soltara. «Allí es cuando la muchacha le pide disculpas y el muchacho también». Después de aquel exceso el hombre que manejaba la pick up les hizo seña que se montaran en el carro para irse. La señora Mirtha lo describe como un hombre mayor, blanco, alto, medio calvo. Ramón alcanzó a ver a otro hombre en la parte trasera de la pick up.
El agredido tiene las rodillas rotas, los pies lastimados y el mayor impacto en la cadera, donde lo impactó el carro. «Mi hijo, justamente viene saliendo de un problema donde sus órganos internos se inflamaron por un accidente que tuvo, y con esto de ahora tememos que recaiga».
Ramón, un cocinero profesional:
«Si los afectados con el presunto robo no se bajan de la camioneta y le siguen lanzando botellas, mi hijo no estuviera contándola, ellos dieron por sentado que mi hijo era el ladrón, no le dieron la oportunidad de preguntar. Desde un principio fue agresión tras agresión. Finalmente una persona adulta decide lanzarle una camioneta a un muchacho súper delgado, es un niño que se acaba de graduar de cocinero profesional en una escuela gastronómica en Lechería, y trabaja con una distribuidora de alimentos de Barcelona. Tenemos 9 años viviendo en esta casa y todos por aquí conocen a mis dos hijos, jóvenes que no son peleadores, ni borrachos. Es increíble no solo que estas personas tomen la justicia por su propia mano sino que además de eso se equivocan y pudieron haber matado a mi hijo. Pienso que si hubiesen tenido un arma le hubiesen disparado a mi hijo y lo hubiésemos encontrado muerto sin saber qué rayos había pasado». Testimonio de una madre preocupada que busca llamar a la reflexión colectiva con su denuncia en El Vistazo.