El presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, este miércoles 19 de junio, el anunciado «Acuerdo Integral de Asociación Estratégica» que vertebrará las relaciones bilaterales, informó la agencia Tass, en un momento en que Pyonyang y Moscú han decidido reforzar aún más sus lazos para contrarrestar a Washington y sus aliados, señala DW.
El contenido del documento no se detalló inicialmente, aunque Putin declaró después que incluye la asistencia mutua en caso de «agresión». La ceremonia de la firma del acuerdo se produjo después de que ambos mandatarios mantuvieran un encuentro privado de cerca de dos horas.
En su primera visita a Pyongyang en 24 años, Putin invitó al gobernante Kim Jong-un a visitar Rusia nuevamente, esta vez a Moscú, después de que los dos se reunieran por última vez en Vladivostok en septiembre.
Los dos líderes también intercambiaron regalos durante la visita. Kim recibió un juego de té y un lujoso automóvil Aurus de fabricación rusa, dijo el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, quien no detalló qué regalos recibió Putin, pero insinuó que estaban relacionados con la imagen de Putin, «incluidos bustos».
Putin agradeció a su anfitrión Kim su apoyo inquebrantable a la política rusa, incluso en la guerra de Moscú contra Ucrania. Algo en lo que el propio mandatario norcoreano insistió en declaraciones posteriores: «Corea del Norte expresa pleno apoyo y solidaridad al gobierno, ejército y pueblo rusos en la realización de una ‘operación militar especial’ en Ucrania para proteger la soberanía, los intereses de seguridad y la integridad territorial», dijo Kim.
Según los observadores, la visita tiene como objetivo conseguir más suministros de armas de Pyongyang para la guerra contra Ucrania. Estados Unidos acusa a Corea del Norte de suministrar a Rusia armas y municiones para la invasión. Según la Casa Blanca, las dos partes acordaron el año pasado el suministro a Rusia de misiles norcoreanos y municiones de artillería, que Moscú utiliza en la guerra. Se sospecha que esto es a cambio de la transferencia de tecnologías militares clave a Pyongyang, que está sujeto a sanciones internacionales debido a su programa nuclear. Ambos países han negado cualquier cooperación de este tipo.