El titular parece insólito, pero no. El titular es insólito. Después de cuatro largos meses esperando, padeciendo, cargando agua en todo tipo de envases, comprando agua cuando podían, los vecinos decidieron impedir la instalación de la bomba el jueves 19 de septiembre. ¿El argumento? Reflejamos dos opiniones.
Una vecina que ha estado muy activa en las convocatorias de asambleas de vecinos para ejercer presión por esta problemática, explicó que un grupo de habitantes se empeñó en decir que el equipo no era nuevo y por eso no permitieron su instalación. A través de una nota de prensa, el concejal Alejandro Fuentes, presidente de la Comisión de Servicios Públicos denunció directamente al alcalde Ernesto Raydán, por «enredar» la solución.
«Fuimos avisados por vecinos del sector Pueblo Nuevo Sur, que ‘por instrucciones del alcalde’ se ordenó recoger firmas con el fin de no aceptar el equipo enviado por Hidrocaribe, porque él iba a colocar uno mejor», señaló Fuentes. «Rechazo categóricamente esta acción que solo conlleva a la agudización de este problema, nuestros vecinos necesitan agua», agregó.
Más datos. El jueves la bomba y el camión, fueron echados para atrás. Después de varias conversaciones en el sitio y Raydán giró la nueva orden a la comunidad para aceptar la propuesta de Hidrocaribe, la estatal quedó en hacer la instalación al día siguiente. Sin embargo el camión no quiso funcionar y el pozo de la discordia sigue inactivo. El Vistazo pudo confirmar el 25 de julio con fuentes internas de Hidrocaribe, que para poner operativo el pozo Perozo era necesario instalar un equipo nuevo. La solicitud ya se había procesado a nivel central y se esperaba el envío. En esa época los técnicos comprobaron que el motor, que ya había sido sometido a reparación en febrero, estaba dañado.