La petrolera estatal brasileña Petrobras aprobó este martes una nueva política para fijar los precios de los combustibles con la que busca dar mejores valores y más estabilidad, tras años de críticas por las constantes subidas.
En un comunicado, el gigante brasileño anunció que ponía fin a su política de paridad con el dólar y el mercado internacional, y señaló que «los reajustes continuarán siendo hechos sin periodicidad definida, evitando el impacto para los precios internos de la volatilidad coyuntural de las cotizaciones internacionales y la tasa de cambio».
Además, explicó que la nueva estrategia, que hará a la compañía «más eficiente y competitiva», usará como referencias del mercado el «costo alternativo del cliente, como valor a ser priorizado en la fijación de precios» y «el valor marginal para Petrobras», señala Actualidad RT.
Con la norma actual, impuesta en 2016 durante el gobierno del conservador Michel Temer, la empresa vinculaba los precios locales de los combustibles a las tasas internacionales, como los valores mundiales del petróleo y las divisas, con lo que las fluctuaciones externas impactaban directamente en el mercado interno.
Presidente de Petrobras niega que las medidas sean por intervención de Lula
Durante la campaña y ya en su presidencia, Lula, muy crítico con los altos dividendos que reparte la compañía y la poca inversión social en Brasil, abogó por «abrasileñar» los precios de los combustibles, que en el pasado provocaron varias huelgas de camioneros.
Poco después del anuncio, Petrobras anunció una reducción de los precios del litro de gasolina (-12,6 %) y diésel (-12,8 %), así como de la bombona de gas de cocina (-21,3 %).
Sin embargo, el presidente de la compañía, Jean Paul Prates, negó que la decisión adoptada este martes sea «una intervención del gobierno de Lula», como afirman varios agentes de los mercados.
«No hay ninguna intervención. Somos parte del gobierno brasileño, pero lo que nosotros estamos haciendo es garantizar que la empresa tenga el mejor precio para su cliente», explicó.
«No necesitamos volver a la época en que no hubo reajustes durante todo el año. En 2006 y 2007 pasó esto. Y tampoco necesitamos vivir dentro de la maratón de 118 reajustes para un solo combustible, como fue el caso de 2017, que generó la crisis con un gran impacto del paro de camioneros», agregó.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, aseguró que esta nueva política «hará los precios más atractivos para el consumidor» y «reducirá su impacto en la inflación». También consideró que puede influir para que el Banco Central decida recortar la elevada tasa de interés.