Milos Alcalay / Representante Permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas. Nueva York (2001 – 2004) Embajador de Venezuela en Brasil (1997 – 2001) Viceministro de Relaciones Exteriores, Venezuela. (1995 -1996) Embajador de Venezuela en Israel. (1992 – 1995)Embajador de Venezuela en Rumania. (1990 – 1992)
Luz y Sombra del Celac en Costa Rica
Si algo positivo podemos resaltar de la III Cumbre del CELAC realizada entre los días 26 y 30 de Enero en Costa Rica, ha sido la habilidad diplomática del Presidente Luis Guillermo Solís -acompañado por países de la región- de impedir la “albanizacion” total del organismo que pretende impulsar Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Argentina en su pretensión de eliminar a la OEA y sustituirla por el CELAC. En San José se ratificó una vez más el deseo mayoritario de mantener a la institución como simple mecanismo de consulta siguiendo con el papel que deriva de sus orígenes del Grupo Contadora y luego del Grupo de Rio, y negándose a convertirlo en un organismo permanente con una secretaria ejecutiva.
Si algo negativo debemos destacar, han sido intervenciones lamentables como las de Correa, al proponer se suprima el sistema interamericano de protección de los derechos humanos, sumado al silencio de los asistentes en relación a los principios consagrados en la Carta Interamericana Democrática y en las clausulas democráticas que se aprobaron en los organismos sub-regionales. Ello demuestra que existe una mala influencia que se basa en un eje en el que se logra impulsar un “consenso” que los Gobiernos no quieren ir en contra, sea por afinidades políticas, pragmáticas, ideológicas o por temor. No hay duda que en la Declaración Final acertadamente se privilegia la lucha contra la pobreza y ello constituye un tema fundamental de la agenda latinoamericana. Pero lo grave de este encuentro es que se eludió el tema de los derechos humanos, de la democracia y de las libertades dejando de lado situaciones tan graves como las que vive Venezuela, mientras se respalda la ficción de una supuesta “guerra económica. Otro tema preocupante es la asimetría de los invitados no gubernamentales. Mientras en Costa Rica estuvieron invitados Rigoberta Menchu quien habló una y otra vez con los delegados sobre el tema de los derechos humanos, no estuvieron presentes ni Human Rights Watch ni Amnesty International ni mucho menos el Premio Nobel de la Paz, el ex Presidente del país anfitrión Don Oscar Arias. Mientras vimos en los espacios de televisión muy activo entre los delegados al chavista francés Ignacio Ramonet, no estuvo invitado Marcel Granier o Miguel Henrique Otero. Y qué decir de la descarada actitud de Ortega de tratar de dejar Presidiendo la Delegación Nicaragüense al dirigente independentista de Puerto Rico Ruben Berrios, quien fue rechazado por más de 95% de los electores de su país, mientras que el organismo que pretende defender la autodeterminación, se la niega al pueblo Borinquén! Muy acertada la decisión del Presidente Solís de anular la reunión privada de Presidentes para impedir que se produjera su intervención.
Es muy estimulante constatar que a pesar de ello, el respaldo a los venezolanos que luchan por la libertad no estuvo ausente. La plenaria de la Asamblea Nacional de Costa Rica aprobó una moción impulsada por el diputado Mario Redondo de ADC, en la que se exhorta a los Jefes de Estado a pronunciarse sobre la detención de los presos políticos y en la que se exige la liberación de Leopoldo López. En el mismo sentido Oscar Arias ha reiterado su solidaridad, al igual que otros dirigentes, la prensa y los jóvenes, mostrando el respaldo a Venezuela y a los principios de libertad, pluralismo y tolerancia en nuestro Continente.