Nilsa Varela Vargas.- Toda la artillería contra la Fiscal. Eso es lo que hemos visto en el nuevo pasticho informativo que viene de altos funcionarios del gobierno nacional: tres ministros y el número dos del chavismo.
Néstor Reverol, ministro de Interiores, Justicia y Paz, Delcy Rodríguez, canciller, Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa y Diosdado Cabello, diputado y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela.
El candelero, que a lo interno del gobierno prendió la fiscal Luisa Ortega Díaz con su declaración a final del mes de marzo, denunciando un golpe de Estado desde el Tribunal Supremo de Justicia, aumenta con cada nueva aparición que tiene en medios de comunicación.
La traidora. Luisa Ortega hoy es mal vista por muchos opositores que no olvidan ni podrán hacerlo, su falta de pronunciamiento, su falta de institucionalidad, en episodios pasados.
Pero más traidora es hoy para sus camaradas revolucionarios. Luisa Ortega Díaz en menos de 24 horas, es esa cabeza del dragón que no saben cómo extirpar, arrancar, desaparecer, aplastar.
Candelero in crescendo. Presentó su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional, denunció un golpe de Estado que fue escándalo internacional, pidió a los cuerpos de seguridad proteger a los periodistas y trabajadores de la prensa, y la gota que derramó el vaso, desmintió al gobierno en el caso del asesinato de Juan Pernalete. Una bomba lacrimógena disparada por un Guardia Nacional Bolivariano, le quitó la vida al estudiante de la Universidad Metropolitana.
Ese pequeño e incompleto resumen, es la razón del gobierno para caerle a lacrimógenas a través de las declaraciones de los más altos funcionarios que hoy se ven aludidos con las investigaciones que dirige la Fiscal. Toda la artillería contra la Fiscal.
Boom. El «efecto Luisa Ortega» va ganando adeptos. Es como una bola de nieve que rueda y crece. Ella no está sola. Para dar el paso que dio y los siguientes, es imposible que esté sola. Y más allá del reconocimiento que ya ha tenido de dirigentes opositores, ella tiene el apoyo de los suyos, de los de Chávez.
Defender a la fiscal. Los demócratas debe entender que hoy la Fiscal es la ola y deben montarse en ella y surfear. Se hace imperativo denunciar internacionalmente el ataque sistemático, ese dale «con todo», no la dejes viva, prohibido dejarla respirar.
La Fiscal es la abogada de Venezuela, su investidura es tan pesada que es imperdonable que hoy, luego de implosionar al oficialismo nos pongamos melancólicos pensando en las injusticias que dejó correr en 2014 (por lo más cercano). Hoy Luisa Ortega abrió una grieta por donde entra una luz que quema retinas. ¿Recuerdan cuando reclamábamos el retorno de la independencia de poderes? Obligatorio afinar el olfato, contexto y proyección de sus acciones y cómo podemos capitalizar sus «ganchos» a favor de la lucha de los demócratas.
Marchar en defensa de la Fiscal. Esa Fiscal que defiende la Constitución del 99, que es la Constitución de Chávez. Marchemos en defensa de la Fiscal, ya me imagino el titular en el NYTimes. Y por retruque, defender la Constitución es impedir a toda costa que se imponga el fraude de la Constituyente de Maduro.