Un tribunal de apelaciones de Francia ordenó la indemnización de 13 víctimas de las prótesis mamarias PIP (Poly Implant Prothese), en las que se encuentran ocho venezolanas.
La sentencia fue dictada el jueves 3 de febrero, en la que el tribunal condena a TUV Rheinland, certificador de los implantes fraudulentos, a pagar la indemnización definitiva a este grupo representativo de víctimas PIP del llamado procedimiento TUV 3.
Es la primera vez que un tribunal se pronuncia sobre la indemnización final para las víctimas de PIP desde que se inició el caso en 2010.
Hasta ahora, los tribunales han dictado disposiciones en procedimientos civiles contra la certificadora TÜV Rheinland o indemnizaciones limitadas a daños morales en procedimientos penales, que oscilan entre 3000 y 6000 euros.
Los gastos reclamados por estas 13 víctimas oscilan entre 10.000 y 17.000 euros, con un importe medio de 11.504 euros. La indemnización puede variar de acuerdo al daño que la prótesis haya causado a la persona afectada.
Estas 13 mujeres constituyen un grupo de prueba que servirá de referencia para las otras 35.000 víctimas implicadas en uno de los 6 casos en curso contra TUV.
TÜV fue declarada culpable en 2013 por «incumplir sus deberes de control y vigilancia», y condenada a indemnizar a seis distribuidores y a unas 1.700 víctimas; pero en 2015 el tribunal de apelación de Aix-en-Provence revocó esta sentencia y eximió de toda responsabilidad al certificador alemán.
Luego en 2018, la justicia francesa anuló esta decisión y remitió el caso al tribunal de apelación de París.
En el 2016, el fundador de PIP, Jean-Claude Mas, fue condenado a cuatro años de prisión y 75.000 euros de multa por este fraude. Falleció en 2019.
Con información de Monitoreamos.