El Tribunal 6° de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas condenó a un grupo de personas, a penas de prisión que van entre los 30 años y los nueve años de prisión, por el homicidio del entonces diputado a la Asamblea Nacional, Robert José Serra Aguirre, y su asistente María Herrera Sequera.
El asesinato del parlamentario de 27 años, abogado UCAB con posgrado en criminalística, se produjo el 1º de octubre del 2014 a las 9:30 pm en la casa del parlamentario chavista, ubicada en La Pastora, un sector popular entre el centro de Caracas y la parroquia 23 de Enero. El cuerpo de Serra además de estar maniatado, presentó alrededor de 50 puñaladas en el tórax. Para ese entonces Miguel Rodríguez Torres era el ministro de Interior, Justicia y Paz, y al referirse al caso expresó:
«Inferimos que no se trata de un hecho azaroso. Estamos en presencia de un homicidio intencional, planificado, ejecutado con gran precisión […]. Sin duda su muerte obedeció a una macabra encomienda».
Indica la sentencia que los exfuncionarios policiales Edwin José Torres Camacho y Carlos Enrique García Martínez fueron condenados a 30 años de prisión por la comisión de los delitos de homicidio agravado, previsto y sancionado en el artículo 407 ordinal 2° en concordancia con la agravante genérica establecida en el artículo 77 ordinales 1°, 5°, 8° y 12, todos del Código Penal; en perjuicio del ciudadano Robert Serra; además por robo agravado, tipificado y sancionado en el artículo 458 en concordancia con la referida agravante genérica.
«La investigación se esclareció – refirió en una investigación la periodista Thabata Molina – cuando el Ministerio Público analizó los teléfonos de Robert Serra y de Edwin Torres. Ahí fue evidente que entre esos dos había un conflicto y se estableció que no tenía nada que ver con un crimen político», comprobándose que Serra y Torres mantenían una relación sentimental.
También fueron condenados por la comisión de los delitos de homicidio calificado perpetrado con alevosía, por motivo fútil, en la ejecución de un robo agravado, previsto y sancionado en el artículo 407 ordinal 2° en concordancia con la agravante genérica establecida en el artículo 77 ordinales 1°, 5°, 8° y 12, todos del Código Penal; en perjuicio de la ciudadana María Herrera Sequera. Además del delito de asociación para delinquir tipificado y sancionado en el artículo 37 en concordancia con el artículo 27 y artículo 29 numeral 6, todos de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, circunstancias agravantes por haberse cometido en perjuicio de un diputado a la Asamblea Nacional.
Por ser coautores del delito, también fueron condenados a 30 años de prisión Jaime Padilla y Leiver Padilla Mendoza, este último de nacionalidad colombiana conocido con el alias «el colombia».
Más condenados. Erick Ricardo Romero Arteaga, Raidel Jesús Espinoza Flores, Wuadid Pacheco Pacheco y Danny Enrique Salinas Quevedo, al igual que las ciudadanas Yumelis Elena Meregote Pereira y Neira Palomino Anaya, fueron condenados a 9 años y 6 meses de prisión.
Más datos de la investigación de la periodista Thabata Molina: El “incidente” con Eduwin José Torres Camacho, de apenas 21 años, no fue el primero que Serra tuvo con alguien de su equipo de seguridad. Este escolta se quiso vengar del parlamentario y se apoyó en un grupo delictivo para concretar su plan. No fue al revés. No hubo ningún grupo paramilitar, ni tampoco un crimen selectivo. El móvil fue la supuesta relación íntima que había entre ambos, y que el joven policía también quería terminar. Lo sabe la policía, la Fiscalía y también lo supo el chavismo.
Pero antes, en 2012 otro de sus guardaespaldas, identificado como Alexis Barreto, funcionario del Cicpc, apareció muerto en el parque nacional El Ávila. En una entrevista que hice a Irene Venezuela, madre del guardaespaldas, ella reconoció que su hijo y el parlamentario tenían una relación, y que Barreto no quería trabajar más con él.