Una nueva estrategia de vacunación de ARN mensajero, pero que combina dos proteínas víricas, promete mejorar la eficiencia de las dosis contra variantes de la covid-19, entre ellas la ómicron.
La nueva estrategia, que publica Science Translational Medicine, incorpora tanto la proteína S del SARS-Cov-2 —la que usa el virus para entrar en las células— que es el principal objetivo de las vacunas clínicamente aprobadas, como una nucleoproteína viral que tiende a mutar menos entre las variantes.
El nuevo diseño de la vacuna podría ayudar a generar una amplia inmunidad contra futuras variantes, que puedan evadir parcialmente los anticuerpos generados por la primera generación de vacunas de ARNm, como las de Moderna y Pfizer.
Los investigadores aplicaron la nueva modalidad de vacuna en ratones. Detallaron que un grupo de hámsteres fue inoculado con una que solo contenía la proteína S, y al otro que tenía una dosis preparada con la S y la nucleoproteína, antes de exponerlos a las variantes delta y ómicron.
Detallaron que la que tenía ambos compuestos controló los recuentos virales en los pulmones y las vías respiratorias superiores de los hámsteres con mayor eficacia que la vacuna de proteínas S por sí sola.
El autor principal de la investigación, Haitao Hu, indicó que al haber amplios sectores de la población mundial que ya están vacunados o se han infectado, «es importante» evaluar el nuevo enfoque de vacunas combinadas como dosis de refuerzos en modelos animales o en personas con inmunidad preexistente.