El abogado y defensor de Derechos Humanos calificó como un apartheid político la normativa gubernamental de entregar alimentación a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y señaló que el Gobierno nacional institucionalizó el hambre
Tras el envío de detenidos en protestas por comida en los estados Sucre y Delta Amacuro a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) en el estado Guárico, el abogado y defensor de Derechos Humanos (DDHH) Rafael Narváez aseveró que este centro de reclusión es “un campo de concentración donde recluyen a quienes protestan por hambre”.
Narváez fustigó que se envíe a esta cárcel, sin investigaciones ni determinación de culpabilidades, a quienes protestan para exigir el derecho a la alimentación.
Señaló que 17 personas del estado Sucre y otros 29, capturados durante las protestas en Tucupita, fueron llevados al penal, se le raparon los cabellos y se les colocó un uniforme amarillo, sin que exista un debido proceso. “Se les violentan sus derechos y esto es solo una lectura de la represión a quienes protestan por hambre” señaló.
El exparlamentario indicó que el Gobierno nacional institucionalizó la falta de alimentos y fomenta un “apartheid político” a través de la entrega de productos alimenticios por parte de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Juan José Ojeda Díaz / Prensa de Solidaridad
@juanjoseojeda