ESPECIAL / Vivian Ariza. Entre las acciones emprendidas por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), dirigidas a luchar contra la desertificación y la sequía, destacan los operativos contra las fábricas ilegales de carbón vegetal en el estado Anzoátegui.
Durante los últimos dos meses el órgano rector de las políticas ambientales, en operaciones conjuntas con componentes militares, ha retenido un total de 12.253 sacos del material que se ha producido con madera proveniente de deforestaciones ilícitas.
Katiuska Homsi, titular del Minec en el estado, precisó que las incautaciones practicadas en los municipios Bruzual y Aragua, suman 183 toneladas de carbón. Los procedimientos están enmarcados en el Plan Nacional de Fiscalización (PNF) ordenado por el ministro Heryck Rangel para frenar los ilícitos ambientales.
«Las deforestaciones y procesamiento de bienes forestales ilícitos se han convertido en un punto de honor para la institución, esto debido a los graves impactos que pueden generar al ecosistema y a los elementos bióticos y abióticos que lo conforman, tomando en cuenta que en la entidad, predomina un clima seco tropical que ocasiona que en sus 21 municipios existan zonas con alta vulnerabilidad a la desertificación y a la sequía», explicó.
Para Homsi ha llegado el momento de ser contundentes a la hora de aplicar las sanciones administrativas y penales que están suscritas en la normativa ambiental venezolana, en la cual se establece el pago de multas entre 1.000 y 8.000 Unidades Tributarias (UT) y penas carcelarias estipuladas entre 5 a 8 años.
Conciencia, sustentabilidad y revisión
Luisa Aragort, técnico de la Coordinación de Fiscalización Ambiental, con vasta experiencia en el área de lucha contra la desertificación y la sequía, concuerda con la posición de Homsi sobre la contundencia en la aplicación de medidas administrativas y penales contra los infractores.
La funcionaria añade que desde el Minec y todos los organismos de gobierno deben fomentarse los programas de formación ambiental, sensibilización y la ejecución de proyectos comunitarios dirigidos a restaurar áreas afectadas.
«Cuando hablamos de desertificación y sequía estamos hablando de algo muy grave que quizás el común de los ciudadanos del mundo no lo han internalizado. La desertificación es un proceso irreversible, mediante el cual los suelos afectados pierden su capacidad productiva y cuando pasa esto ya no sólo estamos hablando de ambiente, porque entonces se incluye la variable de la seguridad alimentaria», exclamó.
Aragort dice que considerando que Anzoátegui es un estado vulnerable a la sequía, deben promoverse nuevas acciones tanto en los controles previos como en los posteriores que establece el Minec.
«Para los cultivos deben impulsarse técnicas sustentables como la agroforestería que permite la producción de alimentos sin necesidad de hacer deforestaciones totales de los espacios, y en todos los casos los usuarios y productores que ameriten realizarlas, deben tener sus viveros y luego recuperar las áreas afectadas» expresó.
Aragort explica que luego que un área queda desnuda de vegetación, se inician los procesos erosivos y por ende su recuperación requiere de importantes inversiones.
«La mejor acción ambiental es la prevención, pero para preservar debemos fomentar la cultura de los bosques y la participación ciudadana pues son muchos aspectos vitales los que están en juego», indicó.