Tras el cambio de administración con las elecciones del 21 de noviembre, el gobierno del alcalde Ernesto Paraqueima se propone regresar el orden a la ciudad de El Tigre. En distintas notas de prensa emitidas por la Alcaldía se anuncia el desalojo de un grupo de trabajadores informales para contribuir a dar un nuevo rostro al municipio. Sin embargo la otra cara de esta historia evidencia que estas medidas navideñas en el mes más comercial del año – golpean a los hombres y mujeres que se desempeñan en la economía informal, lo cual les permite hacer frente a la grave situación económica reinante en la zona.
Vendedores de envases plásticos, masa para cachapas y productos importados se resisten a abandonar el tercer corredor vial de Pueblo Nuevo Sur, donde ya tienen años trabajando. La pescadería que funcionaba en el estacionamiento municipal de la avenida Francisco de Miranda ya fue desincorporada del lugar. Hasta ahora estas situaciones no han sido manejadas por los concejales entrantes de la Cámara Municipal, que debieron hacerse eco de esta problemática desde que comenzó hace más de siete días.
En la zona de El Luchador se hace llamativo el caso de la ciudadana Rebeca Seu, una descendiente de libaneses y españoles que tiene 14 años instalando a diario su tráiler de perros calientes y hamburguesas en el estacionamiento de un abasto asiático ubicado al lado de Traki, con el consentimiento de ellos. Es otra de las personas que ha sido desalojada de forma improvisada.
Este local es la fuente de sustento para sus dos hijos, de su mamá que es paciente psiquiátrica, de ella misma que es epiléptica y su esposo. También dependen de este negocio otros trabajadores.
Tras recibir varios avisos informales de distintos funcionarios de la Alcaldía de El Tigre y luego de quedar embarcada en dos oportunidades por la directora de Convivencia Ciudadana, Karim Torres, según lo manifestado por la ocupante, Seu pidió contar su testimonio al Vistazo, que fue descrito así:
«El día sábado vino el señor Ernesto Paraqueima en una Hilux negra con su chofer preguntando quién era la dueña del establecimiento, le dije que era yo y me dijo que no podía estar aquí».
Rebeca le preguntó quién era y le contestó «soy la máxima autoridad del municipio». Ella le solicitó una citación en Convivencia Ciudadana para ver qué planteamiento y opciones le daba la Alcaldía y esa conversación no terminó de forma satisfactoria.
Seu se sintió intimidada a los pocos minutos cuando un grupo de personas dirigidas por el director de la Alcaldía, Jesús Paraqueima, le pidieron nuevamente desalojar el espacio. Seu reiteró su interés en conversar su caso en Convivencia Ciudadana.
Al día siguiente, el domingo, la directora de la mencionada dependencia la visitó para pedirle una vez más el desalojo, algo a lo que se negó Seu por cuanto ella pedía al menos ser reubicada.
Finalmente acordó retirarse a las 4 pm del domingo con el compromiso de ser citada formalmente y reubicada por Torres. El día lunes Rebeca Seu asistió a una cita a las 10 am en la oficina de la funcionaria y la reprogramaron para las 3 pm. A esa hora tampoco fue atendida. Por esa situación Seu decidió instalar su tráiler este martes desde antes de las 8 de la mañana.
El equipo del Vistazo atendió el llamado de la afectada quien manifestó otras inconformidades con un proceder que se caracteriza por su improvisación.
La ciudadana manifestó que con pocos días en el poder de los nuevos funcionarios, se evidencian procedimientos sin planificación.
«No se trata si le caigo mal o le caigo bien, soy una ciudadana y estoy trabajando«. La afectada también hizo alusión a un presunto comentario suspicaz hecho por el alclade en su programa de radio, extrañado por el trabajo de ella hasta altas horas de la noche. «Dijo que eso era raro, ¿qué es lo raro, que trabajo? para que un país se pueda desarrollar hay que trabajar duro y fuerte», expresó Seu.
A media mañana de este 7 de diciembre llegó en moto la funcionaria Torres en compañía de 5 personas y le notificó a Seu que no debió instalar su tráiler. Aseguró que no la pudo atender el día anterior porque estaba «buscándole una solución» y finalmente le comunicó que su puesto fue reubicado al frente del Liceo Carnevali.
En medio de la conversación entre los funcionarios y el equipo de Seu, se generó un momento de tensión cuando la directora de la dependencia municipal les informó que ellos deben desalojar por presunta solicitud de los asiáticos que gerencian el abasto y el estacionamiento. «Porque usted la amenazó», respondieron Seu y su esposo afirmando que Torres «amenazó a la china con una inspección de Sanidad» si no los sacaba a ellos. Torres desmintió esa afirmación delante de todos los presentes.
Luego Seu manifestó que necesitaba la reubicación por escrito pero los funcionarios no tenían actas al momento de hacer el procedimiento.
La trabajadora informal decidió retirarse del lugar y denunció en la Defensoría del Pueblo que fue víctima de hostigamiento, perturbación y atropello, según quedó reseñado en la entrevista hecha por el defensor de guardia, José Luis González.
Ni los 14 años que lleva Seu trabajando en el mismo lugar, ni las cargas familiares y laborales, fueron valoradas al momento de tomar esta medida navideña.