Zapata asistió a la asamblea en su contra y allí explicó que la llamada a las autoridades se hizo luego de hallar medicamentos debajo de un colchón del cuarto de descanso de los médicos.
A raíz del traslado hacia el comando de Polianzoátegui de ocho estudiantes del postgrado de anestesiología del Hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre, por el extravío de una ampolla de relajante muscular en el área de quirófanos, médicos especialistas y residentes acordaron en asamblea pedir la destitución del director de ese centro de salud Francisco Zapata.
Luego de una asamblea realizada este viernes, Fernando Guevara, presidente del Colegio de Médicos Seccional Sur de Anzoátegui, informó que solicitarán ante Saludanz y la Gobernación que cese al director de sus funciones, tras considerar que violó los estatutos deontológicos gremiales al denunciar ante la policía, un hecho que pudo resolverse internamente de manera administrativa.
Calificó de “imperdonable”, que ocho de sus colegas, todos en su primer año de residencia en anestesiología, fueran sacados de su área de trabajo con escolta policial. “Los trataron como delincuentes”, dijo Guevara.
El incidente se produjo la tarde del jueves, luego que se comprobara la desaparición de una ampolla de Rocuroniun, un potente analgésico usado en intervenciones quirúrgicas, cuyo valor en el mercado negro redondea los cinco millones de bolívares.
Ante la presunción de extracción de medicamentos y atendiendo la denuncia del director Zapata, Polianzoátegui trasladó a los presentes en el servicio médico para iniciar las averiguaciones. Todos fueron liberados horas más tarde sin repercusiones legales.
Fernando Guevara advirtió que son dos los incidentes que Zapata ha protagonizado contra médicos del hospital tigrense, al recordar la denuncia por cobros de servicios por parte de cirujanos, que el director formuló en noviembre pasado.
Ante lo que considera una persecución contra el personal médico, Guevara indicó que en la asamblea también se votó por una disculpa pública por parte de Zapata.
La respuesta
También presente en la asamblea, el director del hospital Francisco Zapata, desestimó la posibilidad de disculpa al asegurar que el procedimiento fue practicado por los cuerpos policiales, y que él solo hizo el llamado atendiendo una sugerencia de la jefa de guardia en el servicio.
“Yo no tengo la autoridad para revisar las pertenencias de nadie, solo un cuerpo de seguridad lo puede hacer”, dijo el director al asegurar que los funcionarios hallaron debajo de un colchón del cuarto de descanso de los médicos, dos ampollas de Rocuroniun a medio usar y cuatro nuevas de Efedrina, que es un broncodilatador. “Aparentemente las reguardaban allí para atender cualquier contingencia”.
Aclaró que no está dispuesto a renunciar y que está haciendo el trabajo que le fue encomendado por las autoridades regionales, tanto la ejecutiva como la sanitaria.
Sobre el extravío de medicamentos, Zapata explicó que los controles han sido efectivos en lo que respecta a despacho en almacén o farmacia, pero que no han podido hacerle seguimiento cuando pasan a los servicios.
Informó que en adelante, solicitarán el personal de los diferentes servicios, médicos y enfermeras a comprobar el uso de los insumos al devolver los descartables. “Nos tocará hacer como en las clínicas, si administran una ampolla que devuelven el frasquito y también la inyectadora”, dijo Zapata.
El director se solidarizó con los médicos interrogados el jueves por el trato recibido por parte de los cuerpos policiales, pero aclaró todavía deben resolver el tema de la sustracción de medicamentos. “El 99% de los trabajadores del hospitales son gente honesta, pero quedan unos pocos que están haciendo bastante daño”.