EFE.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció este jueves que hay «mucha corrupción» en su gobierno, que iniciará un nuevo período de 6 años en enero próximo, al tiempo que ordenó un «plan nacional» para capturar a los ladrones «infiltrados y disfrazados de rojo rojito» en los cargos públicos.
«Es verdad que hay mucha corrupción, hay mucha indolencia y hay mucho burocratismo, hay mucho bandido por ahí aprovechándose de los cargos para robar al pueblo», dijo el gobernante en un acto con simpatizantes transmitido en cadena obligatoria de radio y TV.
«Son los peores enemigos que tiene la patria ahora, bandidos, ladrones que se disfrazan de ‘rojo-rojito’ (en alusión al color que identifica al partido de gobierno) y han robado la patria», añadió.
En ese sentido, el líder chavista ordenó a su vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, ponerse al frente de un «plan nacional» para depurar de corruptos la administración pública venezolana.
Señaló, además, que hace falta en el país «una gran revolución educativa, moral (y) espiritual», que debe iniciar por no aceptar «bajo ningún aspecto» la corrupción en la cosa pública.
«(Los corruptos) le han hecho y le hacen un gran daño al país«, insistió el mandatario al pedir que los simpatizantes de la llamada revolución bolivariana, en el poder desde 1999, tomen «con mucha fuerza» la lucha «contra la indolencia, el burocratismo y la corrupción».
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, atraviesa una severa crisis económica que se traduce en escasez e hiperinflación, y que opositores y varias ONG achacan, en parte, a la corrupción estatal.
Según un informe divulgado el pasado noviembre por el capítulo Venezuela de la ONG Transparencia Internacional, la corrupción ha agravado la crisis alimentaria y desplomado la producción petrolera, la principal industria del país caribeño.
La Fiscalía venezolana informó esta semana que ha abierto procesos contra 100 altos cargos de la petrolera estatal PDVSA, por irregularidades administrativas que han dejado pérdidas millonarias a la nación.
Pero la comisión de contraloría del Parlamento venezolano, que controla el antichavismo, ha señalado que la mayor fuente de corrupción en el país anida en las actividades relacionadas con el férreo control de cambios que impera en Venezuela desde 2003, por donde se habrían fugado capitales por el orden de los 400.000 millones de dólares. Maduro no se refirió hoy de forma explícita a estas denuncias, pero aseguró que dejará a los jóvenes «una patria libre, próspera y feliz».