Su renuncia ocurre 21 días después de protestas sociales. La policía detuvo a la presidenta y vice presidente del Tribunal Supremo Electoral y hay otras 25 órdenes de captura contra funcionarios señalados de incurrir en delito de fraude electoral. Desorden público y saqueos generaron la salida del Ejército y las fuerzas policiales a las calles.
Especial El Vistazo | Fabiola Gutiérrez, Bolivia. Evo Morales comunicó su renuncia a la presidencia de Bolivia en conferencia de prensa desde el chapare boliviano, su bastión electoral más fuerte, a las 16:52 hrs del domingo 10 de noviembre, después de 21 días de protestas sociales, paros y bloqueos a nivel nacional que resultaron en 350 heridos y 3 personas fallecidas.
A primera hora de la mañana del mismo 10 Morales había convocado nuevas elecciones con nuevas autoridades electorales indicando que lo hacía en atención a sus bases sociales y calificó como político y no técnico el informe de la Organización de Estados Americanos, en el que se denunciaban “irregularidades muy graves”. El documento fue hecho público a las 5 am del mismo domingo por su Secretario General, Luis Almagro.
Entre la publicación de tal informe y la renuncia de Evo Morales, hubo una ola de renuncias de autoridades ejecutivas y legislativas, militantes del partido de gobierno.
La mayor escalada de violencia había tenido lugar justamente la jornada previa, el sábado 9, cuando estudiantes potosinos y chuquisaqueños, que se dirigían a La Paz fueron emboscados por militantes del partido de gobierno, sus buses incendiados y más de 40 heridos. Ataques violentos y saqueos también se dieron en tres medios de comunicación en El Alto y La Paz; así como contra residencias de autoridades ejecutivas militantes del partido de gobierno en esas mismas ciudades además de Oruro. Estos ataques violentos se intensificaron posterior a la renuncia de Morales. Grupos delincuenciales siembran terror en El Alto, La Paz y Santa Cruz, se presume son afines a Evo.
Otro hito importante fue un motín policial que empezó en Cochabamba la tarde del viernes 8 de noviembre y que en menos de 12 horas se extendió al resto de unidades policiales de todo el país. Por su parte, las Fuerzas Armadas no se amotinaron pero comunicaron que no atacarían al pueblo movilizado como les ordena la Constitución y que los problemas políticos debían ser solucionados en ese ámbito. Sin embargo, la mañana del 10 de noviembre el alto mando militar decidió realizar operaciones militares terrestres y aéreas para neutralizar grupos armados que atacaron en Challapata, a 350 km al sur de La Paz, donde se encontraba el grupo de mineros contrarios al partido de gobierno que se dirigía a La Paz.
Luego, a las 16 hrs, las Fuerzas Armadas sugirieron la renuncia de Evo Morales.
El Tribunal Constitucional Plurinacional emitió orden de captura a las autoridades electorales. Hasta el momento, no se ha confirmado quién asumiría a la presidencia.