Agentes del Servicio Secreto llevaron al presidente Donald Trump a un búnker de la Casa Blanca el viernes por la noche mientras cientos de manifestantes se reunían fuera de la mansión del Gobierno estadounidense, algunos de ellos lanzando piedras y empujando las barricadas de la policía.
Trump pasó casi una hora en el búnker, que fue diseñado para ser usado en emergencias como ataques terroristas, según un republicano cercano a la Casa Blanca que no estaba autorizado a discutir públicamente asuntos privados y habló con la condición de anonimato. El reporte fue confirmado por un funcionario de la administración que también habló con la condición del anonimato.
Desde que se ha confirmado la noticia en Twitter no han dejado de publicarse mensajes -principalmente críticos con el presidente- con las etiquetas #bunkerDon y #BunkerBoy
Trump por su parte se limitó a tuitear amenazas a los manifestantes.
Gran trabajo anoche en la Casa Blanca del @Servicio Secreto de EEUU.
No sólo eran totalmente profesionales, sino muy tranquilos. Yo estaba dentro, observaba cada movimiento, y no podría haberme sentido más seguro. Dejaron a los «manifestantes» gritar y despotricar tanto como quisieron, pero cuando alguien…
La abrupta decisión de los agentes muestra el estado de ánimo agitado dentro de la Casa Blanca, donde los cánticos de los manifestantes en el Parque Lafayette podían escucharse durante todo el fin de semana mientras los agentes del Servicio Secreto y las fuerzas del orden luchaban por contener a la multitud.
Según algunos reportes las luces de la Casa Blanca se apagaron este domingo, algo que no ocurría desde 1889, durante el sexto día de violentas protestas a causa del asesinato de George Floyd, un afroamericano que murió después de ser inmovilizado en el cuello por un policía blanco de Minneapolis.
Las manifestaciones en Washington se volvieron violentas y parecieron tomar a las autoridades por sorpresa. Provocaron una de las más altas alarmas en el complejo de la Casa Blanca desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
A través de las redes sociales circulan imágenes del momento en que la sede presidencial estadounidense se queda a obscuras
Trump y su familia conmocionados por el tamaño de las protestas y la ira de los manifestantes
«La Casa Blanca no comenta los protocolos y decisiones de seguridad», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere. El Servicio Secreto dijo que no discute los medios y métodos de sus operaciones de protección.
El traslado del presidente al búnker fue reportado por primera vez por el New York Times.
El presidente y su familia se han visto conmocionados por el tamaño y la rabia de las multitudes, según el republicano.
No quedó claro de inmediato si la primera dama Melania Trump y el hijo de 14 años de la pareja, Barron, se unieron al presidente en el búnker. El protocolo del Servicio Secreto habría exigido que todos los que estuvieran bajo la protección de la agencia estuvieran en el refugio subterráneo.
Trump ha dicho a sus asesores que le preocupa su seguridad, mientras que tanto en privado como en público elogia el trabajo del Servicio Secreto.
El mandatario de la Nación Americana viajó a Florida el sábado para ver el primer lanzamiento espacial tripulado desde los EE.UU. en casi una década. Regresó a la Casa Blanca bajo un virtual asedio, con manifestantes – algunos violentos – reunidos a unos pocos cientos de metros de distancia durante gran parte de la noche.
Los manifestantes regresaron el domingo por la tarde, enfrentándose a la policía en el Parque Lafayette hasta la noche.
Trump continuó su esfuerzo por proyectar fuerza, usando una serie de tweets inflamatorios y lanzando ataques políticos en un momento de crisis nacional. Este lunes por la mañana, su primer tuit iba dedicado a las elecciones presidenciales y acto seguido criticó a su rival Joe Biden.
Sin embargo no ha intervenido en público desde el sábado, durante el histórico lanzamiento del cohete de SpaceX y volvió a Washington. Desde Cabo Cañaveral hizo una referencia a los manifestantes violentos y de extrema izquierda, diciendo que entiende la rabia de los manifestantes que están en su derecho a protestar, pero considera inaceptables los disturbios.
La Casa Blanca ha anunciado que Trump habló personalmente con la familia Floyd para darle sus condolencias.
Mientras las ciudades ardían noche tras noche y las imágenes de violencia dominaban la cobertura televisiva, los asesores de Trump analizaron la posibilidad de un discurso en el Despacho Oval en un intento de aliviar las tensiones. La idea fue rápidamente desechada por falta de propuestas políticas y el aparente desinterés del propio presidente en entregar un mensaje de unidad.
Trump no apareció en público el domingo. En su lugar, un funcionario de la Casa Blanca que no estaba autorizado para discutir los planes con antelación dijo que se esperaba que Trump en los próximos días hiciera distinciones entre la legítima ira de los manifestantes pacíficos y las inaceptables acciones de los agitadores violentos.
El domingo, Trump retomó un mensaje de un comentarista conservador que animaba a las autoridades a responder con mayor fuerza.
«Esto no va a parar hasta que los buenos estén dispuestos a usar una fuerza abrumadora contra los malos«, escribió Buck Sexton en un mensaje amplificado por el presidente.
En los últimos días la seguridad en la Casa Blanca ha sido reforzada por la Guardia Nacional y personal adicional del Servicio Secreto y la Policía de Parques de los Estados Unidos.
El domingo, el Departamento de Justicia desplegó a miembros del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos y agentes de la Administración de Control de Drogas para complementar las tropas de la Guardia Nacional fuera de la Casa Blanca, según un alto funcionario del Departamento de Justicia. El funcionario no pudo discutir el asunto públicamente y habló con la condición de mantener el anonimato. Con información de EuroNews.