Monseñor José Manuel Romero Barrios, Obispo auxiliar de la Diócesis de Barcelona y rector de la parroquia San Juan Bautista en San Tomé.
¿Si o No?
La vida cristiana está signada por la coherencia entre el decir y el hacer. Esta nota viene dada para evitar la hipocresía o el fariseísmo: doble vida.
No hay dada mas edificante que encontrarse con personas que son de una sola pieza, vale decir, son coherentes. Para desarrollar la coherencia hace falta un grado de madurez necesaria que te permita ir acompasando el decir y el hacer.
El Señor Jesús en su vida terrena es un modelo de coherencia ya que propone la adhesión al plan de Dios Padre desde la perspectiva del servicio. Y el lo asumió plenamente.
El profeta Ezequiel y el Evangelio de San Mateo ponen el acento en que Dios nuestro Padre desea que cada uno asuma su responsabilidad personal en la vida de la fe. El Evangelio propone que reflexionemos sobre el sentido de la obediencia cordial y sincera. Un padre se acerca su hijo y le propone ir a trabajar a la viña; el joven responde negativamente a la solicitud del padre pero luego se arrepiente y va. El padre se acerca a su segundo hijo, le hace la misma propuesta y el joven responde afirmativamente pero luego no va.
Con sagacidad y astucia, el Señor Jesús solicita a su auditorio que responda acerca del verdadero cumplimiento de la voluntad del padre: responden que la postura del primer hijo es la correcta ante los ojo de Dios.
Y enseguida el Maestro critica la postura que han asumido los dirigentes religiosos del pueblo de Israel amparados en sus ritualismos.
Es frecuente ver como el Señor Jesús crítica que la vida de fe se ha anquilosado, se ha momificado y se ha cerrado a cualquier novedad. La costumbre ha matado la vida de relación con Dios; YHWH se ha convertido para ellos en un ser abstracto, trascendente, etéreo.
Y por eso basaban su religión en puro cumplimiento de preceptos y normas, sin poner el corazón y la vida.
El Señor Jesús quiere enseñar que a Dios Padre se le busca y se le responde con la vida; que los cumplimientos externos pueden convertirse en cáscaras vacías que no llenan el corazón. Las momias egipcias están completicas pero no tienen vida; hace años descubrieron los restos de un mamut congelado de la época prehistórica, completico pero sin vida. En la secuencia de Pentecostés hacemos una petición a Dios Espíritu Santo “pon calor de vida en el hielo”. Pues bien, de eso se trata, ya que Dios Padre espera que nosotros le busquemos en nuestra vida y con nuestra vida y que en ese camino nos encontremos con nuestros hermanos y hermanas.
Padre, tu quieres que te busque con la vida y el corazón; has puesto en mi camino a tantos hermanos que esperan que les tienda una mano, que esperan de mi una palabra de consuelo, que esperan que mi vida sea como un alimento para ellos porque esperan que yo, discípulo de tu Hijo, les ofrezca una palabra de vida. Padre, me dirijo a Ti para suplicarte que llenes mi vida de tu vida; que sigas tocando a mi puerta hasta que yo te abra. No pases de largo, por favor,.