El viernes 10 de junio, la expresidenta boliviana, Jeanine Añez, fue condenada a diez años de prisión tras ser declarada culpable por los delitos de «incumplimiento de deberes» y «resoluciones contrarias a la Constitución».
Las ilegalidades fueron cometidas al asumir la presidencia interina de Bolivia en 2019, luego de que el ejército obligara a renunciar a Evo Morales, en un hecho considerado como un «golpe de Estado».
El juez Germán Ramos dijo que «la prueba aportada y presentada en juicio ha sido suficiente para generar en el tribunal la plena convicción sobre su participación y responsabilidad penal en los referidos ilícitos condenándolos (a Áñez y otros dos exfuncionarios) a la pena privativa de libertad de 10 años», reseñó la agencia EFE.
Añez condenó a través de Twitter que se le negara el derecho de estar en su propio juicio, ya que se realizó de manera virtual mientras ella estaba en la cárcel, pese a que califica ese acto de «simulacro» y asegura: «Fui, soy y seré la Presidenta Constitucional que asumió tras la huida del cobarde».