Johnson & Johnson anunció que en 2023 suspenderá la venta de sus polvos de talco para bebé en todo el mundo. En 2020 la farmacéutica lo hizo en Estados Unidos (EEUU) y Canadá.
El motivo de la decisión obedece a las 38.000 denuncias que recibió sobre la seguridad del producto. En las quejas se aseveró que el uso a largo plazo del talco podría ocasionar cáncer.
A finales de 2018, apareció información que apuntaba a que Johnson & Johnson sabía desde hacía décadas que sus polvos de talco contenían asbesto, un mineral de composición y caracteres semejantes a los del amianto y con efectos nocivos para la salud.
«Nuestra posición sobre la seguridad de nuestro talco cosmético sigue sin cambiar. Defendemos firmemente las décadas de análisis científicos de expertos médicos de todo el mundo que confirman que el polvo de talco para bebé Johnson’s es seguro, no contiene asbesto y no provoca cáncer», declaró la firma.
La empresa afronta otros problemas judiciales en EEUU y aceptó a principios de 2022 pagar millones de dólares a varios estados, en conjunto con otros grandes distribuidores de medicamentos, por su responsabilidad en la crisis de los opioides, reseñó El País de España.