Paraguay y Uruguay «alzaron la voz» contra el gobierno de Nicolás Maduro tras la inhabilitación de la dirigente opositora María Corina Machado, mientras que
Brasil y Argentina son partidarios del «diálogo» político. El debate se dio durante la LXII Cumbre de jefes de Estado del Mercosur que se celebró el 4 de julio en un hotel de la ciudad argentina de Puerto Iguazú.
Durante la reunión quedaron patentes dos bloques con respuestas radicalmente opuestas a la crisis de Venezuela, país suspendido en este encuentro desde el 2017, reseñó EFE.
Los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, defendieron la mesa de diálogo para avanzar en las negociaciones entre el gobierno venezolano y la oposición.
«Lo que ha ocurrido con Corina Machado lo tenemos en cuenta y nosotros planteamos una mesa de diálogo», señaló el presidente argentino.
Lula afirmó que desconoce los «pormenores» del «problema» con Machado, pero que pretendía enterarse del tema. Abogó por «conversar» porque a su juicio lo que no se puede hacer es «aislar» y «tener en cuenta apenas los defectos que están en un lado, que son múltiples».
Los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, se pronunciaron de forma enérgica contra las últimas acciones del gobierno de Maduro.
Benítez denunció las «restricciones políticas» en Venezuela, en alusión a la inhabilitación de Corina Machado, «cuando asoma un camino de salida, un itinerario de esperanza con la realización de unas elecciones con la oposición, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de María Corina Machado», sostuvo.
«De Venezuela no va a salir una democracia sana, si una candidata con un potencial enorme se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos», aseguró Lacalle Pou.
En sus primeras palabras tras asumir la presidencia rotativa del Mercosur, Lula dejó claro que desea «traer al organismo a otros países» de Sudamérica para así formar un bloque con más fuerza de negociación ante la Unión Europea o China, sin embargo no fue explícito y dejó de mencionar a Venezuela.