En 2012 en el cierre de la 13 edición del Festival Coachella, miles de personas se sorprendieron con la aparición del fallecido rapero Tupas Shakur. Twitter explotó por la ‘proyección holográfica’. Posteriormente se declaró que no se trataba de un holograma, sino de una imagen en 2D manipulada con una serie de trucos que datan de 1800.
Según este método, el actor se colocaría en un hueco debajo del escenario, pudiéndose proyectar la imagen en un plástico de muy ligero alto grado de transparencia, capaz de reflejar con facilidad las proyecciones. Y esto no es holografía.