Buenos Aires, la capital argentina celebra durante 12 días y desde el 6 de octubre a las 18.00 (hora local) un evento deportivo que el Comité Olímpico Internacional califica de «élite» y que está destinado a «jóvenes de todo el mundo: Los Juegos Olímpicos Juveniles de verano.
La competición comenzará justo un día después de la apertura. En total 206 países y casi 3.998 atletas de entre 15 y 18 años participan después de cuatro años en esta fiesta que se parece mucho a los Juegos Olímpicos.
La mascota Pandi, un jaguar argentino que ama los deportes es el anfitrión de las nuevas modalidades como el Kiteboarding, el BMX Freestyle Park y una nueva versión de balonmano que se juega en la playa. Sorprende que entre las 37 disciplinas no se encuentre el fútbol como tal, si no el fútbol sala. Este año también habrá eventos mixtos en cuanto a género y el pebetero será encendido por una mujer y un hombre. En total se entregarán 1.250 medallas y todo se podrá ver por completo en el canal oficial de YouTube de los Juegos y en TyC Sports PLay.
Reseña en Tyc Sports. Existe la tentación de imaginar a Buenos Aires 2018 como una plataforma hacia un Juego Olímpico de los grandes. Me parece que, al menos en lo inmediato, no hay ninguna posibilidad de evaluarlo desde ese lugar. Obviamente sería un paso adelante que todo salga bien y en todo caso sería muy negativo que las cosas salgan mal. Confío en una buena organización, aunque siempre hay errores y hay una lección que dejó Río 2016: el mejor equipo no es el equipo perfecto porque eso no existe, sino que es el equipo que mas rápido se sobrepone a los errores. Entiendo que esa es una lógica a la cual también vamos a estar expuestos en Buenos Aires. Por el tránsito, por los piquetes, por los conflictos sociales y porque es muy difícil manejar certamen como este con dinámica perfecta, cumpliendo con los horarios. No deja de ser un desafío muy grande.
El primer juego fue en Singapur y el segundo fue en China, una superpotencia. Pero fue en Nanjing. No fue en Shanghai, no fue en Chendú y no fue en Beijing, fue en una ciudad mas pequeña. El próximo será en Senegal. Entonces estamos hablando de que Argentina es efectivamente una nación emergente o del Tercer Mundo pero no lo es Buenos Aires como ciudad. Buenos Aires trasciende en términos de peso especifico lo que representa Argentina a nivel mundial. Entonces es muy tentadora la oferta de un Juego Olímpico en una ciudad así, aunque sean Juegos Olímpicos de la Juventud.
En términos deportivos, la esencia del Comité Olímpico en su mensaje es que los Juegos Olímpicos de la Juventud son promocionales. Son originalmente un muy buen recurso del olimpismo para recuperar territorio frente los X Games, que empezaban a ganarle mucha gente al olimpismo convencional, sobre todo chicos jóvenes. Por ese motivo nos encontramos con deportes como surf, escalada, skateboard, BMX freestyle, breakdance y otras disciplinas que tienen que ver con deportes juveniles y además urbanas.
El concepto urbano también es interesante. En el Parque Urbano en Puerto Madero se van a desarrollar competencias de remo, que no van a ser de 2.000 metros sino de 500. Van a ser en sprint y van a ser en plena ciudad para que la gente se pueda acercar a los puentes a ver las competencias.
A propósito de la gente, es una gran noticia que las entradas sean gratuitas y que se pueda acceder sin un físico, es decir sin la necesidad de un papel y solo con las pulseras. Se han batido las expectativas. Calculaban alrededor de medio millón de solicitudes y se superaron las 600 mil, con lo cual está frenada la recepción de solicitudes. Esto va a garantizar seguramente muy buen ambiente en todas las sedes, pero también hay que dejar en claro algo que es muy importante: la gratuidad tiene un lado “negativo” y es que si Delfina Pignatiello, por ejemplo, compite en una final de natación, el lugar tiene capacidad para 7.500 personas, no hay lugar para más.