En nuestra sociedad aun hay muchas barreras por vencer, discriminamos a las personas por muchos motivos, aun existe quien discrimina a los demás por su raza, religión, condición social, condición física, preferencia sexual, y últimamente en Venezuela se ha venido acrecentando la discriminación por motivos políticos. Perdemos un valioso tiempo de nuestras vidas, haciendo sentir mal a las personas, deteriorando nuestras relaciones con los demás y perdiendo parte de nuestra felicidad.
Ante los ojos de Dios todos somos iguales, yo no quiero decirles a los demás lo que van a hacer, solo expreso lo negativo que resulta andar discriminando a los demás. Estamos en un mundo dónde hay muchos problemas.
Discriminar, por ejemplo, hace que lastimemos a alguien y lo que realmente importa es los sentimientos de las personas. Muchas veces no nos damos la oportunidad de conocerlas bien, resulta que muchas veces se hacen mejores amistades con personas que tienen preferencias diferentes a las nuestras.
Yo he discriminado, me di cuenta del gran error que cometía, pero ¿Quién soy yo para juzgar o discriminar a alguien? Es algo ridículo que lo siguiera haciendo, ojalá todo el que lea estas líneas se haga la misma pregunta.
Tendremos un mundo mejor cuando dejemos de discriminar. No sigamos deteriorando nuestras relaciones. Todos somos hermanos, que no nos separe ninguna barrera, pongamos cada uno de nosotros un granito de arena para hacer de este, un mundo mejor.